Betis 0-1 Villarreal: El nuevo objetivo es abrazarse al colchón

Betis 0-1 Villarreal: El nuevo objetivo es abrazarse al colchón
El Betis no logra levantarse. - Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 7 min lectura
El Villarreal sentenció a Gustavo Poyet hace justo una vuelta y, ayer, el mismo equipo se encargó de demostrar la nula evolución del Betis en 19 jornadas con Víctor. Cinco victorias, cinco empates y nueve derrotas es el saldo el madrileño, que ayer quedó muy tocado y, con él, una directiva que hipotecó su palabra garantizando su continuidad pasase lo que pasase en este tramo final, donde parece que la única tranquilidad para la afición es la de saber que hay tres equipos peores que el Betis y lo normal es que la categoría no peligre. Nada de novena plaza. Ni siquiera el premio menor de superar los 45 puntos de la 15/16 (le quedan 15 a falta de 24). El nuevo y único objetivo es mantener el colchón de nueve puntos con el descenso, a falta de que mañana jueguen todos sus perseguidores.

Víctor sabía que se sometía al juicio del beticismo y se dejó de rotaciones. A diferencia de Fran Escribá (el Villarreal hizo ocho cambios), salió con su once tipo, con la misma alineación y con ese 1-5-3-2 innegociable sea quien sea el rival. La única novedad, Piccini por Rafa Navarro.

Sabiéndose mirado con lupa tras sus temerosos cambios en Cornellá, aplazó los movimientos de refresco para Las Palmas. Ni siquiera dio descanso a Ceballos, visiblemente renqueante de su rodilla izquierda. Quizás ése, tener mermado a su faro, fue uno de los motivos por los que el Betis intentó establecer un ritmo lentísimo de juego desde el inicio. Quiso llevar la iniciativa, pero movía el balón con parsimonia, demasiada como para sorprender al rival, y muy lejos del área como para surtir de balones a los puntas. Tonny Sanabria ha quedado limitado a bajar melones y Rubén Castro no ha estado nunca tan lejos del área como ahora, con 35 años.

A pesar de ello, las primeras ocasiones fueron para los locales. En el 8’, Piccini envió un centro desde la derecha que se comió Víctor Ruiz, pero que el guaraní no acertó a rematar totalmente solo ante Andrés. Cinco minutos después, el grancanario lo intentó desde la frontal, pero su disparo salió muy centrado y lo atrapó el meta ‘groguet’.

Mientras, el Villarreal esperaba con paciencia y tenía claro su plan: generar superioridad por bandas, fijando a Piccini y Durmisi con las duplas Mario-Castillejo y José Ángel-Roberto Soriano, además de con los movimientos de fuera hacia dentro de Sansone y Adrián. Forzaba acciones de dos contra uno y tres contra dos, generando así espacios por dentro.
Precisamente, los italianos del cuadro amarillo se asociaron al filo del cuarto de hora, con un exquisito pase interior de Roberto Soriano para la diagonal interior de Sansone, que se topó con una rapidísima salida de Antonio Adán.

La más clara del primer acto también fue visitante. En el 40’, un medido centro de Jonathan al segundo palo encontró libre de marca a Adrián quien, por suerte, cabeceó fuera.

El segundo acto comenzó como acabó el primero. Con Adrián libre de marca en una jugada que retrató a los centrales y que, esta vez sí, acabó en el 0-1: José Ángel le hizo un traje a Bruno y a Pezzella, que había corrido en su auxilio, y Tosca se olvidó de la marca del gallego, que remató a placer.

El gol intensificó los pitos de la primera parte. Afloraron los cánticos de ‘Víctor vete ya’ y los de ‘Directiva, dimisión’. Bajo el chaparrón, el técnico verdiblanco quiso reaccionar. Retiró a Piccini, dando entrada a un Joaquín al que nunca sabe dónde ubicar. Esta vez le situó en la derecha, reconfigurando el equipo en un 1-4-4-2 asimétrico con Bruno de lateral y con Ceballos echado a la zurda, dejándole la banda a Durmisi.

Desde su nuevo emplazamiento, el utrerano la puso en el corazón del área, donde se elevó Pezzella. El cabezazo del argentino se fue fuera por poco. Era el minuto 62’ y el Betis tenía media hora para despertar. O para, al menos, intentarlo, pues el Villarreal no es un cualquiera. Tiene fondo de armario y lo exhibió sacando a Bakambu y a Bruno (y a Costa). Casi nada.

La impotencia del Betis sobre el césped ante la ordenada formación amarilla fue contagiosa para la grada, donde la frustración iba en aumento. Los últimos 10 minutos fueron ilustrativos. Se fueron Tosca y Brasanac y entraron Donk y Alegría (que al menos hizo lo que no pudo Sanabria, tirar a puerta). Víctor, autocensurado por los cambios ante el Espanyol, volvió a modificar su dibujo. Ahora, a un 1-4-3-3 que desnudaba las carencias tácticas y defensivas.

El Villarreal, que no quiso hacer sangre, disparó al palo por medio de Bakambu. También lo hizo Ceballos sobre la bocina. La excusa perfecta para que Víctor vuelva a simplificarlo todo achacándolo a la mala suerte.

Ficha técnica
0 - Betis: Adán; Piccini (Joaquín, m.54), Bruno, Pezzella, Tosca (Álex Alegría, m.78), Durmisi; Rubén Pardo, Dani Ceballos, Darko Brasanac (Donk, m.78); Rubén Castro y Tonny Sanabria.

1 - Villarreal: Andrés Fernández; Mario Gaspar, Musacchio, Víctor Ruiz, José Ángel; Samu Castillejo, Rodrigo, Dos Santos, Roberto Soriano; (Bruno, m.68) Adrián (Jaume Costa, m.84) y Sansone (Bakambu, m.64).

Gol: 0-1, M.47: Adrián.

Árbitro: Jesús Gil Manzano (Comité Extremeño). Amonestó a los locales Brasanac (m.39) y Durmisi (m.73) y a los visitantes Víctor Ruiz (m.66) y Dos Santos (m.70).

Incidencias: Partido de la trigésima jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Benito Villamarín ante unos 25.500 espectadores.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram