Con razón
Víctor Sánchez del Amo y Miguel Torrecilla han defendido a ultranza (ahora lo tendrían más complicado)
las sensaciones que desprende el equipo por encima de los resultados. Y es que estos últimos no terminan de acompañar al madrileño, al que la grada ya ha cantado
‘Víctor, vete ya’.
Con la derrota del pasado martes, el preparador heliopolitano cumplió una vuelta completa con el equipo, en la que ha sumado
cinco triunfos, cinco empates y nueve derrotas, un paupérrimo bagaje que ha provocado que la grada le dé la espalda y mire al palco pidiendo su destitución.
Sin embargo,
estos números no deberían sorprender demasiado, puesto que Víctor está cumpliendo casi a rajatabla con lo que ha venido haciendo a lo largo de su corta trayectoria en Primera división. De hecho, al ex jugador de Real Madrid o Deportivo se le conocía como
el ‘Rey del empate’, pues ése era su resultado favorito. No en vano, en su primera temporada en la máxima categoría, cuando se hizo cargo del Deportivo de la Coruña a falta de ocho partidos para el final, logró
un triunfo (12,5%), cinco empates (62,5%) y dos derrotas (25%). Ya en su segundo año al frente del conjunto deportivista, en el que completó las 38 jornadas de Liga, sumó un total de
8 victorias (21,05%), 18 empates (47,36%) y 12 derrotas (31,57%).
En las 19 jornadas que ha dirigido al conjunto heliopolitano, el balance es de un 26,3 por ciento de triunfos, un 26,3 por ciento de empates y
un 47,3 por ciento de derrotas.
En total, Víctor
sólo ha ganado 14 de sus 65 partidos como entrenador de Primera (21%), con 28 empates (43%) y 23 derrotas (35,5%).
Por tanto, Víctor es, a tenor de los números, un entrenador que pierde o empata más que gana y en el Betis no está logrando sobreponerse a esa incontestable afirmación.
Poyet ganaba másDel mismo modo, el preparador heliopolitano tampoco está logrando mejorar sustancialmente los guarismos de su antecesor en el cargo y que, a la postre, le costaron el cargo a Poyet. El uruguayo firmó en sus once partidos como entrenador del conjunto de La Palmera un 27,2 por ciento de triunfos, un punto superior al de su sucesor en el cargo (26,3), sin embargo firmó dos empates (18,18%) y seis derrotas (54,54%). Con todo, los números de Víctor no invitaban a pensar que su trayectoria al frente del equipo iba a ser un camino de victorias y rosas.
Pocas alegrías para tan grande aficiónLa fidelidad de la afición del Betis es inquebrantable, pese a que el equipo no le ha dado motivos para ello. De hecho, el Villamarín ha dejado de ser un fortín infranqueable en los últimos años, donde el equipo pocas alegrías ha dado a los suyos. Así, en las tres últimas temporadas del equipo en Primera división, tan sólo ha ganado 16 encuentros, ha teminado empatando en 15 de ellos y ha firmado 23 derrotas, un paupérrimo bagaje que puede acabar con la paciencia de cualquier... menos del bético.