El análisis del Atlético: La factura europea puede condicionar

El momento podría condicionar qué Atlético de Madrid verán esta tarde los aficionados que se den cita en el Benito Villamarín. Simeone dio pistas de lo contrario en sala de prensa, pero la lógica invitaba a pensar que, con la tercera plaza prácticamente asegurada -necesita un punto de los últimos seis... sólo si el Sevilla es capaz de ganar en el Bernabéu-, refrescaría un poco más que de costumbre su alineación, pues los más habituales acusarán posiblemente el esfuerzo en la Champions en caso de repetir. No obstante, si los rojiblancos suelen enseñar las más de las veces intensidad, competitividad y carácter; ahora, además, precisan de una profundidad de banquillo solapada hasta la fecha por las lesiones y por la extrema confianza que el 'Cholo' confiere a sus 12, 13 ó 14 futbolistas preferidos.

El 1-4-4-2, después de algunos ensayos y variantes que no terminaron de convencer al otrora mediocentro, se ha impuesto como dibujo de un cuadro colchonero que sacrifica normalmente a los extremos, al menos en el flanco derecho, para que, en la fase de producción, Koke se alíe con Gabi y Saúl para convertir el esquema, a ratos, en un 1-4-3-3, con Carrasco abriéndose como extremo.

El Atlético disfruta esperando a su rival y cediéndole el balón para apuntillarlo al contragolpe, merced a su facilidad para las transiciones y la solidaridad que Simeone consigue de todos y cada uno de sus hombres.

El crack: Antoine Griezmann
Una punta de velocidad endiablada que marca diferencias, hasta el punto de ser uno de los tres finalistas en la última edición del Balón de Oro. Al francés, que parece haber abandonado definitivamente la banda izquierda para ser referencia o segundo punta, no se le caen los anillos a la hora de sacrificarse en defensa, pero su fuerte, lógicamente, está arriba. Con una gran capacidad de conducción, arma la pierna rápidamente, maneja bien el juego aéreo y tiene un regate tan seco como efectivo.