Hugo Salazar: "Por afición, el Betis sería de los primeros"

- Su carrera musical se vio bruscamente interrumpida por una lesión de rodilla. ¿Qué supuso para usted?
- Esto hay muy poca gente que lo sabe, pero truncó bastante mi carrera. Fue hace once años, en ese momento yo estaba en un periodo de descanso para preparar mi segundo disco, tenía ya las maquetas grabadas y tuve que avisar de que no podían contar conmigo en unos meses. Psicológicamente me afectó bastante. Hasta un punto que poca gente sabe.

- ¿Cómo ocurrió?
- Pasó un 21 de diciembre, cuando me habían llamado para el partido de la droga en el campo del Sevilla F.C. Imagínate, yo, bético confeso, con mi camiseta de rayas y mis calzonas en el campo del Sevilla. No me puedo morir sin meter un gol en el campo del Sevilla, aunque tenga que comprar al árbitro, pensaba. Jugué un partido dos días antes y me partí la rodilla. Entonces, conté con la opinión de Agustín López, fisioterapeuta y entrenador del División de Honor del Sevilla y de Tomás Calero, quienes no me lo pintaron nada bien. Por eso me hice una resonancia y allí me dijeron: "Chico, has tenido muy mala suerte porque te lo has partido todo, ligamentos cruzados, ligamento lateral interno y menisco". Me operaron Santiago Pérez Hidalgo y Tomás Calero y fue entonces cuando conocí Synergic Clinic, un equipo formado por Martín Casado, Juan Carlos Martínez y Raquel Urbano. En aquel momento me partí la triada, y hace unos meses, después de estos once años, tuve un percance jugando al fútbol y me asusté porque la sintomatología fue parecida.

- Si no se hubiese dedicado a la música, ¿se habría implicado de forma profesional con el mundo del deporte?
- Yo creo que no daba el nivel para futbolista. Me sobraban ganas y motivación, por eso yo me enervo con los futbolistas de ahora que no tienen sangre. También porque cuando eres pequeño y juegas al fútbol es muy importante lo que te inculcan desde casa. Yo jugaba en el colegio y destacaba un poquito, pero nadie propuso ir a hacer una prueba en un equipo. Era por mi cuenta. A pesar de ello, estoy contento por haber unido, a nivel amateur, mis pasiones: la música, el fútbol y mi ciudad. Y cuando me preguntan que por qué no vivo en Madrid o en Barcelona siempre respondo lo mismo. En Madrid no tengo mi círculo de amigos -todos sevillistas, por cierto- con los que echar un partido de fútbol.

- Uniendo dos de sus pasiones, la música y el deporte, ¿qué supuso el himno del Betis?
- Fue un orgullo, un honor. Soy bético de los de verdad; Como dicen mis amigos los sevillistas, de los malos. Espero que en el futuro podamos darle un poco de forma.

- Hace menos de un año, en una entrevista para ED dijo que Gustavo Poyet contaba con muchos puntos fuertes para el Betis. Un año después y tras los últimos acontecimientos en el club, ¿qué opina?
-No me importa rectificar. Creía que por ser futbolista, uruguayo y con la edad que venía por ser entrenador no conocido podía darle un plus al equipo. Y, de hecho, a nivel de carácter, se lo dio un poquito, pero las decisiones alocadas que tomó este señor le hizo dar con sus huesos fuera del Betis, porque no contar con Ceballos, el único que tiene esas gotas de calidad para poder mover al equipo, ni con Rubén, era un poco raro. Lo que hizo fue ponerse a la afición del Betis en contra. Este hombre no sabía cómo era la idiosincrasia de este club, para bien o para mal, y los vientos que corren ahora desgraciadamente no son los mejores. No se impregnó de esa filosofía y no supo a que club venía.

- También dijo que el club debía apuntar a grandes objetivos, a la altura de la afición. ¿Esta temporada no ha estado a la altura de sus seguidores?
- Es obvio. Hay equipos que están luchando por no descender a Segunda y llenan el campo con 12.000 o 15.000 personas, eso es lógico. Lo que no es normal es que un club con 40.000 socios esté año tras año peleando por no bajar e incluso bajando. Es un club ascensor, que se llama. Eso es lo que no tiene lógica. Si pusieran al Betis a la altura de su afición, el Betis tendría que estar luchando por estar entre los seis primeros de España.

- En cuanto al cambio de entrenador a dos jornadas del final de la temporada, ¿piensa que ha sido una decisión acertada o que, por el contrario, se trata de un hecho para callar el descontento de los aficionados?
- Tendría que estar dentro del club para saberlo. A nivel contractual no sé cuánto le han tenido que pagar a Víctor. No le encuentro mucha lógica al hecho en sí. Pero hubiera sido insostenible, para las personas que manejan el club, que este señor hubiera estado sentado en el banquillo. Hacía cambios muy defensivos.

- ¿Cuál cree que ha sido el gran error del Betis esta temporada?
- No haber elegido las personas idóneas y correctas a nivel futbolístico para dirigir al club. Si yo fuera Ángel Haro y José Miguel López Catalán me hubiera rodeado de gente de fútbol, de gente profesional que no tiene por qué ser gente del Betis ni gente forofa. Muchas veces el forofismo te juega malas pasadas.

- ¿Le gustó el Betis de Alexis contra el Atlético de Madrid?
- Vi un fútbol más alegre. Pero tampoco puede cambiar un partido un equipo porque cambie de entrenador.

- En cuanto a su ciudad, Sevilla para usted es magia, pero ¿qué es lo que más le gusta de ella?
- Sevilla es una ciudad muy cómoda para vivir. Tiene la ventaja que está entre ciudad grande y pueblo. No es sólo la estética, es el clima, la gente€ es el sur. Además del nivel de vida. Yo siempre digo que en Madrid la gente vive para trabajar y aquí trabajamos para vivir. Actualmente, me paso cuatro o cinco días a la semana en Madrid y yo al tercer día ya me siento extranjero. No termino de acostumbrarme a estar más de tres días fuera de mi ciudad.

- ¿Qué queda de aquel Hugo que se dio a conocer allá por el año 2002 en OT?
- Los principios. La base está. Las personas evolucionamos con la edad, algunos van a mejor y otros van a peor, pero yo intento mejorar. El piropo más bonito que me ha dicho la gente que me conoce es "yo te veo que no has cambiado". Han pasado 15 años. Me encanta una frase que dice que no podemos olvidar de dónde salimos. Para mí es muy importante.

- ¿Qué diferencia hay entre el día a día del Hugo de entonces y el de ahora?
- Me he vuelto una persona más inquieta. La edad te da eso también. Cuando era más joven era más pasota. Ya no concibo un día levantarme a las dos de la tarde. Uno tiene más responsabilidad. También soy padre, tengo una hija de dos añitos y medio y eso te da también más responsabilidad.

- ¿Qué supuso para usted la paternidad?
- ¡Qué pregunta tan profunda! Es lo más bonito que me ha pasado en la vida. El haber traído a una bética más al mundo... Es una cosa muy difícil de explicar. Yo no me creía que fuera para tanto cuando me lo contaban mis amigos, mis hermanos€ no lo entendía. Pero es una cosa muy fuerte. Es tener unas ganas de levantarte todos los días. El principal motivo por el que vuelvo a Sevilla actualmente es mi hija. Querer verla cada instante. Yo escribo mis propias canciones, hablo de emociones, y el ser padre influye. Por cierto, la llevé al campo del Betis cuando tenía tres meses. Y aún no tiene el carné porque soy más de ver los partidos en casa. Me gusta ir al campo cuando sé que hay un equipo que va a darlo todo y que te va a dar mas alegrías que penas.

- ¿Cómo piensa inculcarle esos valores a tu hija? El amor por un club que le da más penas que alegrías...
- Sobornándola (risas). No. Yo siempre digo que ella que sea lo que quiera ser. Yo la intentaré llevar por el buen camino, que en este caso es el Betis.

- En el ámbito de la música, de su música, háblanos de 'Pólvora', su última canción.
- Bueno, es mi single actual y ahí estamos currando. Intentando llevarlo a cuantos más sitios mejor.

- ¿Qué le llevó a hacer este single?
- Cuando compongo tiro mucho de inventiva. Puedo escribir en primera persona pero también me invento muchas cosas, porque quienes escribimos fantaseamos. Y ´Pólvora´ fue fruto de eso y de contar un poco lo que puede hacer una relación actual que pueda tener cualquiera desde un punto de vista más maduro. Antes, con 20 años, le escribía al amor de una manera idílica y era un poco más mentirosillo. Ahora cuento un poco más la verdad, o por lo menos, lo intento.

- ¿Cómo va a sorprender Hugo Salazar próximamente?
- Debutando en un equipo de fútbol (risas). No, en un programa musical que se llama ´Me lo dices o me lo cantas.

- Es un apasionado de la lectura, ¿un libro que concentre sus pasiones?
- Uf, buena pregunta, nunca me la habían hecho. Me apasiona la novela histórica como ´Dispara, yo ya estoy muerto´, de Julia Navarro o ´El camino de los Dioses´, de Antonio Cabanas, pero si se trata de fusionar mis pasiones diría que ´El mentiroso´, de Pepe Mel.

- Y, para terminar, defíname a Hugo Salazar
-(Silencio) uf... ahí me has cogido. Soy una persona con muchos defectos, y creo que soy bastante masoquista porque me gusta potenciarlos. Soy bastante exigente conmigo mismo en todos los aspectos, pero soy muy cariñoso. Me considero bastante extrovertido. Y me gusta mucho hablar en clave de humor. Creo que en esta vida se solucionan muchas cosas con sentido del humor. Soy una persona muy clara. A mí me gusta mirar a los ojos.

La lesión que lo apartó de los escenarios
El cantante recibe un novedoso tratamiento en Synergic Clinic, el único centro de España que lo lleva a cabo junto a la estimulación eléctrica transcraneal. La neuromodulación percutánea ecoguiada consiste en una estimulación cerebral y estimulación periférica neural para cambiar la señal eléctrica del nervio. De esta forma, la corriente eléctrica del nervio se reinicia cuando el dolor tiende a la cronificación.