Ni siquiera contar con una megaestrella como Carlos Tévez (muy castigado por las lesiones en este arranque liguero en China, todo sea dicho) está sirviendo a Gustavo Poyet para destacar en su aventura al frente del Shanghai Shenhua, hasta el punto de que ya comienzan a circular rumores sobre su posible destitución.
El uruguayo no sólo cayó eliminado a las primeras de cambio de la Champions asiática, sino que lleva tres jornadas ligueras sin ganar. Así, tras perder el derbi de Shanghai ante el SIPG, los azulinos son novenos en la Chinese Superleague, a catorce puntos del líder, demasiados para un equipo llamado a estar arriba en clasificación. Al uruguayo no le salen las cosas últimamente.