Los hombres de Quique Setién

El Betis ya tiene nuevo comandante para su nave. Pero Quique Setién no llega solo. El santanderino lo hace acompañado de su equipo de trabajo, en el que también estará Marco Álvarez, hombre de la casa que el pasado verano firmó hasta 2018.

Junto a él, el nuevo cuerpo técnico verdiblanco lo completan Eder Sarabia (36 años) y Fran Soto (43), con los que el cántabro trabajó codo con codo al frente de Las Palmas.

En el caso del primero, su relación con Setién trasciende al mundo del fútbol, pues data de cuando Eder era sólo un niño. Concretamente, el hijo de Manu Sarabia, que al igual que el nuevo preparador bético agotaba su carrera como futbolista en los años ochenta en el extinto Logroñés. Allí, ambas familias crearon unos grandes lazos de amistado y años más tarde, después de que Eder colgara las botas (jugó en Tercera con el Arenas de Getxo y el Leioa), Setién recurrió a él como ayudante. Aunque antes tuvo que currárselo. Muy joven, en su Bilbao natal, entrenó al Danok Bat, enrolándose luego en la cantera del Villarreal, donde dirigió al juvenil de División de Honor. Allí se fijó en él Setién, aunque también estuvo en el filial del ‘submarino’ como segundo del turco Nihat y afrontó una aventura en la República Dominicana, en una escuela del Real Madrid.

Por su parte, la relación con Fran Soto, su preparador físico, también viene de lejos. Natural de La Coruña, también posee el título de entrenador nacional y llegó a dirigir en Regional Preferente, pero en 2009, cuando Setién llegó al Lugo, ya llevaba tiempo al frente de la parcela física lucense. Allí trabajó junto al montañés hasta su marcha, en 2015, volviendo a unir sus caminos el verano pasado en Las Palmas. Al igual que hará ahora con Marcos Álvarez, Soto también ejerció su labor en tierras canarias junto a otro preparador, Rafa Cristóbal, pero su contribución va más allá, siendo habitual verlo junto a Setién en el seguimiento a otros equipos.