La
I Copa del Rey, que ganó el
Real Betis al
Athletic de Bilbao en 1977 en una épica tanda de penaltis, 'cumplirá' cuarenta años el 25 de junio y la efemérides será recordada por el programa
'Conexión Vintage', del Canal Teledeporte de
TVE el próximo jueves a las 23.15 horas.
El
Rey Juan Carlos entregó al capitán bético,
Juan Manuel Cobo, el primer trofeo con su nombre y título tras un partido que figura por derecho propio en el mejor imaginario del
Betis y que, tras acabar la prórroga con empate a dos, se decidió en los penaltis en una tanda marcada por derecho propio con el nombre del portero verdiblanco,
José Ramón Esnaola.
Era una España en la que aún había pocas televisiones en color, que se popularizaron en el Mundial de Argentina de 1978, aunque esta final sí se pudo ver en los colores rojiblancos y verdiblancos de los dos equipos que la disputaron y que ganó el Betis entrenado por
Rafael Iriondo.
Los de
San Mamés, dirigidos por
Koldo Aguirre, contaban en sus filas con nombres míticos como
Iríbar,
Alexanco,
Villar,
Irureta,
Dani o
Txetxu Rojo, mientras que el Betis formó con una de las alineaciones que aún se recitan de memoria:
Esnaola, Bizcocho, Sabaté, Biosca, Cobo, López, Alabanda, Cardeñosa, Megido, Benítez y García Soriano.Eran copas en las que no podían jugar futbolistas extranjeros, lo que hizo que no la disputaran por parte bética el holandés Gerrie Mühren, ni el entonces apátrida, aunque húngaro,
Attila Ladinsky, ni otros como Rafael Gordillo, quien no pudo jugar por haber disputado el torneo con el filial bético.
Sí la celebró desde el banquillo y a hombros de sus compañeros uno de los grandes del beticismo y que entonces estaba ya de retirada,
Rogelio Sosa.
Javier López igualó las dos ventajas bilbaínas logradas por
Carlos y
Dani, y el héroe fue Esnaola, quien le marcó el penalti que le tocó al 'Chopo' Iríbar y le detuvo a éste el definitivo, el que valió el título.
El
Betis ha informado hoy en su web de estos espacios conmemorativos de un triunfo "que ya figura en el territorio de la leyenda" y que, por ello, será recordado por la entidad verdiblanca en diversos "actos que honren tan decisiva conquista".
De ese día parte uno de los cánticos con más solera de la afición bética: "arriba, arriba, arriba, arriba el
Betis campeón, somos campeones de
España en el
Vicente Calderón", estadio en el que volvió a serlo en 2005 ante Osasuna.