Lorenzo Serra Ferrer quiere complacer a
Quique Setién, quien ha pedido un pivote de perfil similar a Roque Mesa. El balear ha puesto sus ojos en el internacional mexicano
Andrés Guardado, como venimos informando desde el pasado lunes en estas páginas. El carrilero, reconvertido con éxito a centrocampista de contención, está en su último año de contrato con el PSV, con el que el Betis ya ha entablado conversaciones y está a punto de cerrar el acuerdo.
Los holandeses rechazaron una primera oferta verdiblanca de 1,5 millones de euros, por lo que el vicepresidente deportivo no dudó en hacer las maletas y viajar ayer mismo hasta Eindhoven para encauzar el asunto con sus homólogos, algo que parece haber conseguido.
Tal es así, que podría darse por cerrado el acuerdo en unos dos millones, aunque el PSV abononó 2,8 kilos al Valencia hace dos temporadas.
El traspaso no está sentando nada bien a los aficionados del conjunto holandés. De hecho, muchos han recordado los problemas que el PSV tuvo en el pasado por el fichaje del brasileño Robert de Pinho. Como recordarán, en época de Lopera, el conjunto de La Palmera dejó de pagar el segundo plazo del fichaje del delantero, cantidad que los tulipanes han estado reclamando durante años.
Además, el internacional mexicano es todo un referente para la afición del PSV, por lo que su baja supondrá un duro golpe para el equipo de Cocu.
Con todo, la operación se cerrará finalmente en esos
dos millones de euros, con los que el cuadro rojiblanco irá a por Luckassen, jugador del AZ.
El futbolista, por su parte, va a hacer un importante esfuerzo para recalar en el Betis. Su intención es llegar en buenas condiciones al Mundial de Rusia con México, por lo que regresar a LaLiga, donde ya jugó en el Deportivo y en el Valencia, le garantizaría competir al más alto nivel.
En los próximos días se le espera en Sevilla para pasar el
reconocimiento médico y firmar. 
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