Entrevista ED

Sergio León: "Agradezco el 'no' de Oli"

Sergio León: "Agradezco el 'no' de Oli"
El delantero posa para ESTADIO Deportivo. - Javi M. Zapata / Montecastillo
Javier Muñoz ZapataJavier Muñoz Zapata10 min lectura
En la segunda parte de la entrevista de Sergio León con ESTADIO Deportivo, el punta de Palma del Río descubre su lado más personal, echando la mirada hacia atrás. Desde sus tiempos de juveniles, cuando su padre lo apostaba todo por él, hasta cuando Oli, que era entrenador del filial cuando militaba en el Betis B, le dijo que tenía que hacer las maletas si quería seguir jugando al fútbol. Algo que, hoy en día, el canterano bético agradece. Ahora llega como padre de familia tras hacer carrera.

- Este año, con la selección de Andalucía, con la que anotó dos goles, tuvo una previa en el Benito Villamarín de lo que puede ser su próxima campaña.
- Fue un día muy bonito. Estaban todos mis amigos y mi familia en el campo disfrutando de ese partido benéfico en el que tuve la suerte de meter dos goles. Me fui muy contento a casa, es otra anécdota más para contar.

- Uno de los nuevos que ha llegado es Camarasa, con quien comparte habitación. Se ve buena relación entre ambos.
- Nos llevamos los dos muy bien. Nos conocemos del año pasado, de enfrentarnos. Allí en Pamplona me pidió la camiseta y, a raíz de ahí, hemos tenido buena relación y este año estamos juntos, en la misma habitación, y nos llevamos muy bien.

- Como recién llegado, le tocó bailar en una de las cenas, ¿a usted también le tocó o se libró?
- No, yo bailé también, antes de él, de hecho. A él le daba un poco de vergüenza y lo hice primero. La verdad es que, de momento, mi baile es el mejor. El más largo, y todavía lo tienen que superar. No recuerdo qué canción bailé, pero saqué a Fran, al fisio, y fue un rato muy gracioso, muy divertido. Todos los dicen, que fui el que más duró, el que mejor lo hice y a ver quién puede superarme.

- Hasta en eso hay carácter competitivo, ¿no?
- Sí, hasta ahí hay competitividad. Al final son momentos graciosos de dentro de lo que es el vestuario, en la cena, que son ratos para reírte y divertirte. Es lo que hace al equipo hacer más piña, divertirte, y con esos ratos nos reímos.

- Con Camarasa no es el único con el que se lleva bien, sino con Joaquín, con Amat, al que le hizo una broma en su presentación€
- Me pilló en la terraza de la habitación y aproveché el momento para intentar ponerlo un poco nervioso (risas). Pero nada, al final es otra anécdota más de las que vivimos en pretemporada. Fue un momento muy gracioso, he visto que el club me ha etiquetado en el vídeo que ha subido a Twitter y, cada vez que lo veo, más me río.

- Por lo que se ve en redes sociales, dice la afición que está intentando hacerle la competencia a Joaquín en materias de chistes.
- (Risas) No, no, ahí no cabe la competencia, pues sabemos que Joaquín es el número uno. Me gusta mucho ese cachondeo, con Joaquín me llevo muy bien también, estamos todo el día de bromas y, ahora mismo, somos los que ponemos un poco más las bromas en el equipo. Somos los que intentamos poner las risas cuando hay que ponerlas y cuando no es él soy yo y cuando no soy yo es él. Intentaremos todo el año seguir así, con el mismo ambiente, y cuando estemos de bajona poner ese poquito de arte y de gracia para intentar animar al equipo.

- ¿Cuáles son los primeros recuerdos de Sergio León como bético?
- Recuerdo que, en aquella época, las camisetas que nos daban a nosotros para entrenar eran las del primer equipo, que le tapaban los nombres con unas pegatinas de Real Betis. Y yo recuerdo que siempre quería coger el 17 de Joaquín, pues para mí ha sido siempre un ídolo, era todavía un chaval y siempre quería su número, quería el 17 por él. Y ahora, como quien dice, soy su compañero, quién me lo iba a decir. De ser uno de mis ídolos a ser su compañero y compartir vestuario con él, momentos inolvidables que estamos compartiendo y ser buenos amigos. Eso no está pagado con dinero.

- Ya ha cumplido la promesa que le hizo a su padre antes de que falleciera de que jugaría en Primera. Pero ahora, además, en el Betis.
- Sí, en nuestro equipo. Sé que él estará orgullosísimo, esté donde esté. Me hubiera gustado que estuviera aquí conmigo, con mi familia, disfrutando de estos momentos con los que él estaría encantado. Se ha comido muchos kilómetros en coche de Palma del Río a Sevilla y de Sevilla a Palma del Río, a los pueblos a verme jugar, llevarme a todos los lados€ pero son momentos que la vida te pone y hay que saber sobreponerse a esos baches. Yo creo que lo he hecho bastante bien, pues he sido fuerte de cabeza, de todo. Tanto él como yo estamos muy orgullosos de lo que estamos consiguiendo porque, aunque él esté arriba, yo sé que forma parte de esto.

- ¿Cómo considera ahora la negativa de Oli, que le dijo que no tenía sitio en el filial?
- He vuelto más fuerte aún al mismo sitio del que salí. De los palos se aprende. Cuanto más palos te dan, más fuerte te vuelves. En mi vida y en mi carrera me han dado muchos palos, pues no ha sido fácil llegar a Primera división. Hay mucha gente que se queda en el camino porque no quieren o no saben luchar, pero en mi caso es lo contrario: mientras más difícil me lo ponen más intento luchar y más intento mentalizarme en conseguir los objetivos.

- Más se valoran así las cosas, ¿no?
- Hay gente que no lo valora. Mientras lo valore yo y lo valoren los que están a mi alrededor, mi ambiente, mis amigos, mi familia y mi mujer creo que con eso me sobra. Después, quien lo quiera valorar, estaré muy contento de que lo valoren también como yo lo veo. Hay gente que esas cosas no la ven, que piensa que eres futbolista y ya por eso lo tienes todo. Lo que la gente no ve es la vida que tenemos por detrás, mucha pretemporada, mucho tiempo sin estar con la familia, pues cada quince días tienes que estar un fin de semana fuera... Son momentos que no se ven de la vida del futbolista.

- Con todo, al final, salir del Betis le sirvió para formar la familia que tiene ahora.
- Sí, llegué a Reus y conocí a mi mujer. Tuvimos a mi hijo y ahora tenemos a la niña con cinco meses y estamos muy contentos. Quieras o no, que ese día me dijera Oli que no hoy en día lo agradezco porque, si no hubiera sido así, no hubiera conocido a mi mujer ni hubiera tenido a mi hijo ni a mi hija. Con lo que tengo ahora, estoy muy contento de que ese día me dijera Oli eso que tenía que coger las maletas y así intenté hacer mi vida.

- Mirándole el brazo, parece que lleva escrita su historia en él con tatuajes.
- Tengo una frase para mi padre, el nombre de los niños, de mi pueblo, las botas con el número ´9´, un reloj con la hora en la que nació mi niño... Ahora me quiero hacer un ´7´, también un ´33´, que es con el número que debuté en el Betis. Al final, poco a poco, son recuerdos que el día de mañana, cuando ya todo pase, no tengo nada más que mirarme el brazo.
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