Boudebouz, más que encarrilado

Boudebouz, más que encarrilado
Ryad Boudebouz está impaciente por que se concrete el traspaso. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
El Betis avanza día a día en la contratación de Ryad Boudebouz, objetivo número 1 para el puesto de mediocampista creativo que dejó vacante el ya madridista Dani Ceballos. Así, los verdiblancos pusieron toda la carne en el asador durante el cónclave celebrado este lunes en la capital hispalense con el representante del internacional argelino, Karim Aklil, y el emisario del Montpellier, hasta el punto de que se ofrecieron diferentes fórmulas al conjunto galo para acercarse a sus pretensiones, que han bajado desde que comenzara el verano, pasando de quince millones a diez.

Según fuentes de la operación, el conjunto heliopolitano llega a los siete kilos por el 80% del pase, confirmando la cantidad que avanzaba el domingo France Football y la opción de la copropiedad que tanto éxito tiene últimamente entre las compraventas béticas. No obstante, el no menos prestigioso diario L’Équipe aumentaba la puja hasta los 8,5 millones, dando por hecho un principio de acuerdo entre las entidades por el expreso deseo de Boudebouz de estrenarse en LaLiga, desechando las propuestas de Bayer Leverkusen y West Ham, superiores en lo monetario, pero que le obligaban a esperar a su total recuperación del esguince de rodilla que se produjo durante un entrenamiento de mediados de julio, gesto que el interesado interpretó como una falta de confianza.

Sea como fuere, Serra Ferrer habría esbozado distintos escenarios para cumplir con las expectativas del Montpellier, entre ellas, seguramente, la posibilidad de llegar a esos ocho millones y medio de euros a través de bonus por objetivos fáciles de cumplir, pero que permitan posponer el abono de esa cantidad extra, puesto que uno de los mayores atractivos de la oferta bética reside en el conocido como 'pronto pago', que consistiría en realizar en metálico y de manera inmediata la transferencia de una gran parte del montante final.

No se trata de una cuestión baladí, ya que los clubes de la Ligue 1 han de tener sus cuentas perfectamente saneadas para evitar descensos y sanciones por parte de la DNCG (Direction Nationale du Contrôle de Gestion), organismo que supervisa la economía de los clubes galos.

Esta noche, los dirigentes del Montpellier estudiaban las condiciones de la propuesta bética. La respuesta se antoja inminente.
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