El análisis

Una idea cogida con pinzas

Una idea cogida con pinzas
Guardado destacó ayer por su sacrificio sobre el campo, aunque estuvo muy solo en su labor. - Alejandro Sáez
Alejandro SáezAlejandro Sáez 2 min lectura
Le tocó el peor estreno posible al Betis de un Quique Setién que ha arribado a Heliópolis con una idea muy clara de fútbol, independientemente de cuál sea el rival, pero que aún está verde o que presenta holgura; al menos con el once de ayer. Un Betis con un buen Narváez titular debutando en Primera, un gris Tosca en lugar de Durmisi y el mexicano Guardado jugando de cinco por delante de la defensa; un equipo que controlaba la teoría de tener que sacar la pelota jugada desde atrás en todo momento (incluso cuando la asfixiante presión del Barcelona invitaba al patadón arriba), pero que la tenía cogida con pinzas a la hora de ponerla en práctica. Un sufrimiento inicial que, con un 4-1-4-1, dio paso a un mayor control del esférico, especialmente durante la segunda mitad, aunque fuera espurio, como bien demostró el conjunto azulgrana, en general, y Messi, en particular.

Con la zaga bien juntita atrás, el Betis intentaba jugarle de tú a tú a los de Ernesto Valverde, aunque ello le empujaba a cometer excesivos errores en la entrega. Y eso, con el mejor jugador del mundo enfrente, sólo la madera puede evitar que el marcador sea mayor. Y es que el 2-0 definitivo, incluso, se antojó corto. Eso, o que quizá este Betis no está aún preparado para jugar a lo que le pide Setién, amén que éste (también es cierto) tampoco pudo contar ayer con hombres que están llamados a ser importantes en este nuevo proyecto, como son Tello o Boudebouz. Pero también es verdad que careció de picardía arriba, sin tirar entre los tres palos tras el paso por vestuarios y desperdiciando la más clara en la primera mitad.
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