Reflexión previa a los últimos movimientos en el mercado

Reflexión previa a los últimos movimientos en el mercado
Setién aún le da vueltas a la plantilla. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura
El Betis encara las diez últimas jornadas de mercado estival con cautela, ya que se encuentra (o, mejor dicho, se encontrará en breve) en disposición de acometer algún reajuste más de su plantilla, si bien la opinión consensuada entre los técnicos es que no hay necesidad de hacer más movimientos tras la salida de Pezzella, excepción hecha de las rescisiones de Digard y Zozulia. Tanto es así que, como se reflejó la semana pasada en estas páginas y confirmaron en rueda de prensa tanto Serra Ferrer como Quique Setién, el míster heliopolitano está satisfecho con la confección del grupo de profesionales que el club ha puesto a sus órdenes, echando de menos, en todo acaso, un poco más de velocidad y desborde en ciertas demarcaciones, pero sin detectar una carencia importante.

En esa misma línea, la hoja de ruta continúa invariable en la planta noble del Benito Villamarín, donde esperan que las tres últimas bajas y el incremento del número de socios -en los próximos días se espera anunciar que la barrera de los 50.000 se ha rebasado-, así como el reconocimiento del nuevo aforo del Coliseo de La Palmera, aumenten el margen de maniobra bético en lo que a gasto deportivo se refiere, colocando el tope salarial en un listón más alto y, por ende, engordando el disponible para afrontar, llegado el caso, la contratación de las altas definitivas.

Y es que, en estos momentos, Serra trabaja con tres escenarios tan distintos como factibles para el cierre de la ventana veraniega de transferencias: que llegue un delantero-extremo veloz y de caché reseñable, que haya dos refuerzos de un nivel algo menor para potenciar otras tantas demarcaciones o que no haya más cambios en el vestuario. De esta última vía están pendientes tanto Junior Firpo como César de la Hoz, los dos futbolistas del filial sobre los que Setién tomará una decisión a lo largo del próximo fin de semana y que, salvo sorpresa, tendrán ficha del Betis Deportivo hasta nueva orden, ejercitándose como Juanjo Narváez, Julio Gracia y Francis Guerrero asiduamente con el primer equipo -el colombiano, de hecho, es jugador del A a todos los efectos, conservando el dorsal 29 sólo para no agotar el tope salarial-. El mediocentro cántabro gusta sobremanera a su paisano, si bien, por edad, no podría volver al filial, por lo que su porvenir pasaría por quedarse con los grandes y salir cedido en enero en caso de no tener minutos o hacerlo ya para foguearse, aunque en el club la opinión más extendida aboga por dejarlo a las órdenes de José Juan Romero y posponer ese salto hasta que haya una urgencia en la escuadra matriz, planteándose las vías arriba apuntadas si aconteciese un ostracismo posterior al esperado debut en la elite.

Sea como fuere, Quique ha pedido un periodo de reflexión antes de decidir si realmente necesitará más fichajes. Quedó decepcionado el santanderino de la puesta de largo en el Camp Nou, pero quiere ver cómo se recompone su equipo este viernes frente al Celta, un rival ya de su Liga. De las conclusiones que extraiga Setién dependerá la existencia y el tipo de movimientos en los últimos días de mercado, a los que el Betis llega, como ya se ha referido en estas páginas, en una posición privilegiada. La aparición de alguna ‘ganga’, bien para el ataque o para uno de los carriles (el eje de la zaga, salvo sorpresa con Tosca, no albergará cambios), sería siempre bien recibida.
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