Nada más volver al
Betis y ser nombrado vicepresidente deportivo del club y máximo responsable de la dirección deportiva,
Lorenzo Serra Ferrer diseñó una hoja de ruta en la planificación de esta temporada que pasaba por buscar una serie de fichajes que se debían ceñir a un perfil muy concreto y que luego sería consensuado con
Quique Setién.
Los nuevos refuerzos béticos para esta 2017/2018 debían ser jugadores con experiencia en LaLiga, de nacionalidad española o, al menos, conocedores del campeonato y del idioma, y medianamente contrastados.
Y no vendía humo el balear, pues esta descripción la cumplen a rajatabla ocho de las nueve caras nuevas en este mercado estival de transferencias. Todos menos el internacional argelino
Ryad Boudebouz, nacido en Francia, donde hasta ahora había pasado toda su carrera entre
Sochaux,
Bastia y Montpellier.
El objetivo último de este plan trazado por
Serra y Setién era la búsqueda de un rendimiento inmediato, algo que ya está dando sus primeros réditos.
No en vano, en la remontada y victoria ante el
Celta salieron en el once inicial seis fichajes de esos nueve fichajes y el séptimo entró mediado el segundo acto.
Además, resultaron decisivos
Javi García, con su sobriedad y sus coberturas, incrustándose entre los centrales y liberando a los interiores de un esfuerzo extra;
Andrés Guardado, con sus dos asistencias y su exquisitez (82 por ciento de acierto en pases y 3 de 4 en centros) en una dirección del juego que asumió con la ayuda de
Víctor Camarasa, quien en muchas fases se echó el equipo a la espalda y demostró criterio y caracter en todo momento;
Sergio León, con su rabioso gol para el 1-1 y con un espectacular despliegue físico; y
Zouhair Feddal, contundente en la marca, con una limpia salida de balón y, sobre todo, con ese certero cabezazo para el definitivo 2-1.
A ellos se une también el oficio en el lateral derecho que aporta
Antonio Barragán, que sabe cuando se puede correr y abrir campo y cuando hay que cerrar; y las ganas de
Cristian Tello en su primer partido con el
Betis después de una pretemporada marcada por su lesión.
De los recién llegados, sólo se quedaron sin minutos
Jordi Amat, que lo vio desde el banco, y el lesionado
Boudebouz, que disfrutó del triunfo desde la grada.