Ofrecimientos para dudar en Heliópolis

Que la ventana estival de transferencias se cierre en España esta noche y no la de ayer, como en la inmensa mayoría de Europa (excepto Portugal, Ucrania y Turquía, fundamentalmente), no afectó tanto como se esperaba en LaLiga, pues muchos clubes decidieron cerrar sus plantillas como de costumbre el 31 de agosto. Entre ellos, el Betis, que agotó el tope de gasto con la contratación de Joel Campbell.

Así, tras las cesiones de César de la Hoz (con ficha del filial) y Brasanac, así como con las rescisiones de Digard y Zozulya, el margen financiero de maniobra en verdiblanco permitía un movimiento fuerte, como adelantó este periódico en su edición de ayer, pues tanto Serra como Setién consensuaron que era mejor lograr un refuerzo que mejorara mucho lo que ya hay en una plantilla que ven compensada antes que aumentar por aumentar la nómina.

Por tanto, el retorno del atacante tico, que cubre quizás la posición con menos opciones de recambio que había, será el retoque postrero, una vez zanjado el bulo que colocaba a Sanabria de vuelta a la Serie A, aunque algunas fuentes consideran aún factible que Nahuel encuentre acomodo en el Sporting. Y eso que a la planta noble del Benito Villamarín han llegado numerosos ofrecimientos en las últimas horas que, como poco, hicieron dudar al comité ejecutivo, hasta el punto de enfriar la opción de Campbell, que esperaba noticias en un hotel de Barcelona, el tiempo suficiente para estudiar a fondo las alternativas, rimbombantes y arriesgadas en cualquier caso, por lo que se abogó por la gestión más trabajada y, por ende, avanzada.

Porque lo de Lucas Pérez se cayó definitivamente. Desde Galicia avanzaban por la mañana un acuerdo cerrado entre el Deportivo y el Arsenal por el atacante gallego bajo la fórmula de una cesión, al final sin opción de compra, que fue oficial a las ocho de la tarde. Otras vías conducían a efectivos con más nombre que forma física hoy en día, por lo que en Heliópolis tomaron tales posibilidades con cautela, entendiendo, como ya se ha dicho, que el grupo está bastante equilibrado y que sólo merecía la pena apostar fuerte por un jugador que eleve el nivel.

Ése podría haber sido Ben Arfa. El nombre del francés fue puesto 'in extremis' sobre la mesa de Serra por un intermediario, jugada que, pese a pasar por el pertinente tamiz del análisis, se interpretó enseguida como una maniobra para encarecer el producto a otros clubes. El PSG lo tenía todo acordado con el Fenerbahçe, pero el ex del Niza no acababa de decidirse por Turquía.

El principal hándicap, que lo hacía prácticamente imposible para el Betis, es su alta ficha (4,8 millones netos), por lo que la única opción de los verdiblancos pasaba por que el delantero se rebajase considerablemente su salario y los parisinos asumieran parte de esa ficha. No obstante, Le Parisien daba por hecho que se quedaría una temporada más a las órdenes de un Emery que no le da mucha bola.

Otro de los nombres que llegó al Villamarín fue el de Gabriel Barbosa 'Gabigol'. El Inter de Milán estaba buscando una salida para el brasileño, que también fue ofrecido a Las Palmas, pero sus agentes no acababan de encontrarle un destino en el que le asegurasen minutos. El Benfica le ha terminado haciendo acomodo, asumiendo sus emolumentos y guardándose, tras la temporada de préstamo, una opción de compra cifrada en 25 kilos.

Además, Lazar Markovic, otro extremo polivalente y desequilibrante sin sitio en el Liverpool, fue descartado este mismo jueves. El serbio, que también interesa al Espanyol, no ha tenido éxito ni continuidad en la Premier League. Su elevado caché y la firme convicción de que Campbell se adaptará antes influyeron.

Por último, Bojan, que era del gusto de Serra a principios de mercado, ha recalado a préstamo en el Alavés, al tiempo que Nani, ofrecido a Betis y Málaga pero nunca tenido en cuenta realmente en la planta noble del Villamarín, fue oficializado ayer por la Lazio, que pagará su ficha íntegra (seis kilos brutos), lo contrata a préstamo y se reserva una opción (que no obligación) para comprarlo por 8+3 millones. A Munir, que prefería irse al Torino, no se le esperó hasta hoy, como pretendía, pues el canterano culé evidenció que Heliópolis era para él un segundo plato.

Lucas Pérez, un atípico caso de palabra y corazón
Desde el principio, el Betis sabía que tenía muy complicado reclutar a Lucas Pérez, si bien ha mantenido viva esa opción hasta esta semana, consciente de que el destino del coruñés no se decidiría hasta los dos últimos días del mercado. Con todo, el artillero ha mantenido su palabra y, tras rechazar ofertas mejores de Fenerbahçe, Valencia y Sevilla, forzó su retorno al Deportivo.