Justo premio a la fidelidad

Cumplió su promesa el Betis de no sortear la pelota. Vaya si lo hizo. Hasta sus últimas consecuencias. La propuesta, cuanto menos, era arriesgada ante un Madrid que no podía dejar escapar más puntos en su casa. Pero ya ha quedado claro que la propuesta de Setién es innegociable. Su sello comienza a ser reconocible pese a los cambios de cromos.

Las rotaciones dejaron a Guardado, Joaquín y Sergio León en el banquillo, pero el equipo no les echó de menos. Fabián, Francis y Camarasa mantuvieron el nivel. Con ellos el Betis supo encontrar las vías para hacer daño a un Real Madrid que, si bien llegaba con relativa facilidad en un partido muy abierto, careció de efectividad.

En cuanto a ocasiones claras hasta el descanso, el Betis al menos no perdía ante su rival. Carvajal (2’) bajo palos y Keylor (33’), con un paradón a Fabián evitaron el gol bético. Javi García (9’) y Adán (42’), el del Madrid que, eso sí, hasta que Francis cambió de banda con Tello, explotó la autopista que dejaba el conjunto verdiblanco por la derecha del ataque blanco.

Tras el descanso, el Betis retrasó su línea de presión, supo sufrir, pero no renunció a su libro de estilo. El Madrid puso toda la carne en el asador con Carvajal y Marcelo como extremos y Cristiano de ‘9’. Javi García se incrustó entre los centrales para ayudar en tareas defensivas. Con dos líneas bien plantadas, se redujo la capacidad de sorprender del Madrid, que echaba de menos a Isco. El Betis llegó a la recta final con vida y tuvo el temple y la capacidad para mantener su hoja de ruta, fidelidad que encontró su merecido premio con el tiempo cumplido.

Setién lo compartió con los suyos
Quique Setién quiso compartir con todo su cuerpo técnico el triunfo ante el Real Madrid, un triunfo histórico para el Betis, que no ganaba en el Santiago Bernabéu en Liga desde 1998.