Las dos caras de un estilo que encandila

El Benito Villamarín se ilusionó en una de las mayores goleadas que el Betis ha sufrido como local. Dicho así, suena paradójico, pero habla a las claras que, al menos de momento, el beticismo da su plácet a Setién y a un estilo de juego que les divierte en la derrota mucho más de lo que lo hacía años anteriores en la victoria. Siendo obvio que es vital que el equipo corrija su claro déficit defensivo, una gran parte de la afición jaleó al equipo en su orgullosa reacción que le llevó de un 0-4 a un 3-4 en cinco minutos y que demostró que ya no es ese equipo que bajaba los brazos y era incapaz de remontar un marcador adverso. En el peor de los casos, no dejará de intentarlo.

Fue su modo de reconocer la buena intención y la fuerte personalidad de un Betis que sabe a lo que juega y que sacrifica el equilibrio para buscar un espectáculo que tiene dos lecturas. Por un lado, en lo positivo, este Betis está protagonizando el que es el mejor arranque goleador de toda su historia en una liga de Primera división: 17 goles a favor en sólo ocho partidos, es decir, a más de dos de media.

Estos datos sitúan al conjunto verdiblanco como el cuarto equipo más realizador del campeonato, sólo por detrás del Barça (24 tantos), del Valencia (21) y de la Real Sociedad (19).

De esas 17 dianas, siete de ellas han sido de cabeza, lo que también le deja como el mejor cabeceador de la Liga por delante del Valencia y del Celta y como el equipo que menos centros al área necesita para ‘mojar’, pues uno de cada 13 balones colgados al área acaban en gol según la cuenta @FutbolAvanzado.

En las últimas tres jornadas, el promedio es aún mayor a esos dos tantos por encuentro, ya que con el 4-0 contra el Levante, el 4-4 en la visita a la Real y el 3-6 frente al cuadro che, el equipo encadena tres jornadas logrando más de tres goles en las que suma un total de 11 tantos a favor. Sin embargo, sólo le han servido para sumar cuatro de los nueve puntos que había en juego.

Ésa es la otra cara de esa idea basada en exponer, cueste lo que cueste. Que marcar 11 goles no es tan bueno si encajas diez sólo en los dos últimos choques.

Y es que, si el Betis es el cuarto más goleador de esta Liga, también es el segundo más goleado con otros 17 encajados; sólo uno menos que el Málaga, que es el actual ‘farolillo rojo’ de la tabla.

El debate está servido, tiene cabida para defensores y detractores y sólo los resultados que estén por venir le darán más la razón a unos y a otros. Lo que está muy claro, al margen de lo que pase, es que este Betis divierte mucho.

Neto evitó un récord histórico
El meta del Valencia paró el tiro de Sergio León y evitó que por primera vez en LaLiga hubiese 10 goleadores distintos en el mismo partido. Se quedó en 9, como en el Espanyol-Valencia de 1949 y en el Sevilla-Espanyol de la 16/17, con sendos 6-4.

El beticismo no veía 9 goles desde 1956
La única vez que se vieron 9 tantos en Heliópolis fue ante el Oviedo, en la liguilla de promoción a Primera en 1956, que se abrió con un triunfo asturiano (4-5).

La cuarta vez que encaja seis tantos en casa
El Betis encajó ante el Valencia seis goles en su campo (3-6) por cuarta vez en su historia. El Real Madrid se impuso por 1-6 el curso pasado y por 2-6 en la 86/87. La primera vez fue ante el Barça, un 0-6 en la entonces llamada Copa del Generalísimo de la 58/59.

Tres jornadas seguidas con tres o más goles a favor
El Betis no marcaba tres o más goles en tres jornadas seguidas de una liga de Primera división desde hace 11 temporadas. En la 96/97, con Serra Ferrer en el banquillo, lo logró entre las jornadas 28 y 30. Eso sí, le sirvió para sumar los nueve puntos en juego y ganar al Atlético (3-2), el Rayo (0-4) y el Oviedo (4-0). Ese curso, el conjunto verdiblanco acabó en una meritoria cuarta posición.