La cara y la cruz del estilo en cifras

La cara y la cruz del estilo en cifras
Setién ha logrado que el equipo asimile sus conceptos pero aún le quedan aristas por pulir. - R. A.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 3 min lectura
Quique Setién ha implantado en Heliópolis un estilo de juego reconocible que poco a poco va puliendo en función de los problemas que van surgiendo o las carencias que muestra el equipo en aspectos determinados. El cántabro aboga por un fútbol protagónico y de cariz ofensivo que se refleja en una capacidad goleadora que ahora debe compensar con un mayor equilibrio defensivo. Porque ve puerta con facilidad pero también los recibe, lastrado por deficiencias en la contención evidenciadas en las cifras.

No en vano, las estadísticas revelan que la presión del Betis no funciona como debería, pues apenas provoca fallos en el pase del rival en su propio campo, lo que, por ejemplo, resultó muy dañino para sus intereses contra el Valencia, que superaba con cierta facilidad la primera línea verdiblanca. Los adversarios completan, según los datos ofrecidos por la cuenta Fútbol Avanzado, el 86% de los pases que intentan hacia el centro del campo, convirtiendo a los verdiblancos en uno de los equipos con menos solvencia en esta faceta, sólo por debajo de Alavés, Leganés y Valencia. De hecho, en el partido del pasado domingo, los de Marcelino tuvieron un 85% de acierto en los pases, redundando en la media antes reseñada. El Betis tiene que mejorar en esa faceta para recuperar el balón más arriba y evitar que los enemigos encuentren poca resistencia en la salida del esférico.

Los números estadísticos también muestran que el nuevo proyecto heliopolitano prefiere asociarse por dentro a generar peligro con centros laterales, vía que no desecha pero que utiliza menos que las incursiones por el centro por medio de pases filtrados que, a su vez, facilitan el hecho de abrir el campo para que haya más espacios en la zona central.

De ese modo, sólo el 20% de los pases realizados por los verdiblancos en los últimos 30 metros son centros al área en busca de un rematador, uno de los promedios más bajos de LaLiga, más concretamente el quinto, porque Sevilla, Las Palmas, Atlético y Barcelona explotan aún menos esta posibilidad. Este dato es muy sintomático de un sistema que aboga por las asociaciones y el toque vertical para desarmar a las defensas. A tenor de sus 17 goles, la fórmula le funciona.
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