El mensaje en
Heliópolis, pese a todo el azúcar que merecidamente recibe la escuadra de
Quique Setién en este inicio de curso, reside en lo peligroso que resultaría empalagarse y relajarse. Una buena política, habida cuenta de que la temporada es larga y de que sólo la regularidad y la estabilidad llevan al éxito. O, al menos, suponen el camino más corto hacia él.
De hecho, la estadística arroja también aspectos que deben mejorarse para que el cuadro verdiblanco se convierta en un serio aspirante, como el hecho de ser el sexto más goleado de Primera (también el cuarto más anotador, todo sea dicho) o que únicamente
Alavés (11,54%),
Sevilla (15,56%) y
Málaga (20%) rematen un porcentaje menor de los córners que mandan al área (20,69% el
Betis).
Es evidente que a los de
Setién les siguen haciendo un daño excesivo, especialmente a balón parado y en los centros laterales, si bien la marea de datos positivos es abrumadora. Porque, por ejemplo, no hay un solo conjunto en las cinco grandes Ligas de Europa que mejore su acierto con la testa. Ocho tantos ya (tres de
Sanabria, dos de
Feddal y
Sergio León, más uno de
Joaquín), por encima de los siete del
Mónaco (cuatro de ellos de Falcao) y los seis del
Arsenal.
Además, los heliopolitanos cuentan con el máximo asistente de
LaLiga (Guardado, con seis, por las tres de
Fabián), así como al cuarto mejor artillero de la competición, un
Tonny Sanabria en plena forma. El paraguayo (seis 'chicharros', por los once de
Messi y los ocho de
Zaza y
Bakambu) es, además, el segundo hombre más determinante de la elite del fútbol español, al menos desde el plano numérico.
Y es que únicamente el castellonense
Cédric Bakambu, con cuatro, ha sido el responsable de más dianas ganadoras de partidos, por las tres del '9' bético, que comparte este privilegio con
Yannick Ferreira-Carrasco (del Atlético de Madrid).