En el Betis
no lo han tomado como excusa, porque tanto Quique Setién como sus hombres son conscientes de que el Espanyol supo maniatarles durante todo el partido, pero la realidad es que los verdiblancos perdieron en Cornellà por culpa de
un gol que no debió subir al marcador.
Emn el minuto 55', cuando probablemente mejor estaban los heliopolitanos,
Aarón y Piatti prodfundizaron por la izquierda de su ataque hasta que el argentino acabó poniendo el balón al área.
Entre Mandi y Amat, lo recepcionó
Gerard Moreno, quien, con una buena maniobra, acabó batiendo a
Antonio Adán.
En directo, nadie se percató de que el delantero perico estaba en posición incorrecta -no en vano, ningún jugador bético protestó-, pero la posterior repetició, trazando la línea, dejaba patente que Gerard Moreno estaba más adelantado que los zagueros en el momento del pase. Lo deja patente la imagen, pero también que
el asistente de Medié Jiménez no estaba correctamente colocado, sino unos metros más atrás, como para poder atisbar que el punta blanquiazul estaba ligeramente adelantado.
El árbitro principal, desde su posición, tenía realmente complicado apreciarlo y, al no advertirle uno de sus asistentes, dio el tanto por válido. Corría el minuto 55 y el Betis,
sin fluidez ni frescura, ya no fue capaz de empatar ante
un Espanyol tremendamente firme que se benefició de un tanto que, aunque por muy poco, fue ilegal.