El escenario a corto plazo con el que trabaja el área deportiva del
Betis, como ya se ha comentado en estas páginas, pasa por un mercado invernal parco en movimientos. Como mucho, la inscripción de
Rubén Castro, que regresa esta semana de su periplo chino y que, si no recibe otra oferta tan exótica como irrechazable, reforzará la delantera heliopolitana en la segunda vuelta.
De no mediar una lesión importante o algún 'robo' en la actual plantilla,
Serra Ferrer y sus colaboradores trabajarán las próximas semanas en potenciar al filial y, a partir de febrero, en varias renovaciones, mejoras y ampliaciones de contrato (
Joaquín, quizás
Fabián), sin olvidarse de los futbolistas de otros clubes que acaban contrato el 30 de junio de 2018 .
La idea de los responsables verdiblancos, que cuenta con el beneplácito de
Quique Setién, reside en apostar por la consolidación de este grupo, apuntalándolo con un jugador por línea a lo sumo.
ESTADIO Deportivo adelantó el exhaustivo seguimiento al portero del Espanyol Pau López, ya que el final de la vinculación de
Dani Giménez es inminente, al tiempo que
Adán, con quien no hay previsto negociar una extensión, podría plantearse cambiar de aires.
No obstante, el extraordinario rendimiento del cancerbero catalán ha hecho recapacitar a los directivos 'pericos', que harán un esfuerzo por retener a su canterano. Además, el mediocentro del Eibar
Dani García, el extremo del Leganés
Szymanowski, el mediapunta de la Real Sociedad
Canales (a quien ya se intentó reclutar el pasado verano y que es una debilidad del míster heliopolitano) y el lateral diestro de Las Palmas
Míchel Macedo se encuentran bajo el radar bético, entre otros.
La hoja de ruta que maneja
Serra Ferrer incluye uno o dos movimientos sin coste, puesto que en el próximo mercado estival deberían hacerse efectivas las opciones de compra de
Barragán (casi decidida ya, por valor de un millón de euros) y, posiblemente, de
Jordi Amat (por el doble de esa cantidad), esta última para compensar la permanencia en Italia de
Pezzella. Y es que el Betis tiene constancia, extraoficial de momento, de que tanto Germán como
Sanabria no vestirán su camiseta en la campaña 2018/2019.
Así las cosas, la
Fiorentina tiene decidido ejecutar la opción de compra por el internacional argentino de nuevo cuño, cifrada en algo más de 10 millones de euros, con bonus al parecer según su rendimiente e hipotéticos pluses en caso de plusvalías venideras de venderlo la entidad viola, que ya abonó a su homóloga hispalense un kilo por el préstamo.
Además, mucho debería cambiar la cosa para que la
Roma no haga efectivo su derecho a repescar a
Tonny por 11 millones antes de que su precio se dispare a los 14,5 tras el curso 18/19. Su despertar goleador con el
Betis ha sido recibido con agrado en la capital transalpina, de tal forma que, bien para quedárselo o para revenderlo (la opción preferida en
Heliópolis, pues cualquier ganancia de los romanistas a partir del desembolso que hiciera para recomprarlo sería repartida a medias), la secretaría técnica que comanda
Monchi 'repatriará' al guaraní antes de que arranque el próximo ejercicio si no ocurre nada raro.
En tierras sevillanas, las dos operaciones citadas dejarían un excedente en caja superior a los 16 millones netos, correspondientes a los diez por
Pezzella y a los 6,25 limpios por
Sanabria. Porque, de los 7,5 kilos en los que se cifró la adquisición del 50% de su pase en julio de 2016, solamente se habrían abonado 2,75, estando pendientes de pago 4,75 que se restarían del montante pactado para el regreso de
Tonny.
No sería mala cosa, ya que, aparte de ganar 3,5 millones y los réditos deportivos que genere el auge del paraguayo, podría duplicar la ganancia si acontece una venta multimillonaria del actual '9' verdiblanco, amén de ahorrarse un fuerte desembolso en el verano de 2019, cuando el
Betis estaría obligado a comprar la otra mitad de sus derechos federativos si la
Roma no se lo llevase.
En este caso, según ha podido saber ED, el plan de
Serra Ferrer pasa por reinvertir la gran mayoría del excedente de caja, una vez restado lo destinado al convenio con los acreedores, en un delantero de gran nivel, inviertiendo una suma igual o superior a la que requirió
Tonny.