Todos los caminos conducen al adiós de Sanabria

Todos los caminos conducen al adiós de Sanabria
Sanabria celebra un gol en el partido ante el Alavés. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 6 min lectura
Hace ahora dieciséis meses de la rúbrica y aprobación, tras varias jornadas de arduo tira y afloja, con un farragoso intercambio de documentación posterior, del acuerdo que sellaba el traspaso de Tonny Sanabria al Betis. En concreto, pasadas las nueve y media de la noche del 14 de julio de 2016, como informaba puntualmente este periódico, la agencia que representa al paraguayo (Global Sports Soccer) y los clubes dieron por finiquitada una entente que no adquirió oficialidad hasta la tarde del día siguiente por mor de la cotización en Bolsa de la Roma, club propietario hasta entonces de los derechos del artillero, que debía esperar al cierre de la sesión del ente financiero.

Se trata, según quienes participaron en su redacción o tuvieron luego acceso a su contenido, de uno de los contratos más complejos suscritos en esta nueva era de la sociedad verdiblanca -ni punto de comparación con algunos con Lopera de por medio-, pues incluye un sinfín de cláusulas y condicionantes que convierten su interpretación en un ejercicio de elucubración constante.

Así, y aunque ciertas fuentes aludían a un pago fijo de seis millones de euros (en cómodos plazos) y unas variables de uno y medio, la propia institución transalpina, precisamente por aquello de aplicar luz y taquígrafos a sus operación para conocimiento de sus accionistas en la 'Borsa', confirmaba que el montante de la compraventa era de 7,5 kilos, repartidos en cuatro abonos anuales (de 1+1,75+2+2,75), por la mitad del pase del futbolista, reservándose los romanistas la opción de recomprarlo por 11 millones (las dos primeras campañas) y 14,5 (la tercera), compartiendo en cualquier caso las entidades las plusvalías de una hipotética reventa a una tercera en el futuro.

Como se avanzó en ESTADIO Deportivo, tanto en Heliópolis como en el entorno de Sanabria conocen ya las intenciones de la otra parte de ejercer su derecho antes del 30 de junio de 2018, pese a que los pronunciamientos oficiales, como no podía ser de otra forma, van por el camino de la prudencia y el desconocimiento de tales movimientos.

Pero es evidente que el extraordinario arranque de temporada protagonizado por el guaraní ha despertado el interés de varios conjuntos de Inglaterra, Alemania, Rusia, Italia e, incluso, de España, con el Atlético de Madrid (que ya intentó dinamitar su fichaje por el Betis unos días antes) a la cabeza de los pretendientes.

Por ello, los responsables 'giallorossi' consideran que sería rentable recuperar al ariete el próximo verano, bien para quedárselo -en su contrato están fijadas las cantidades que cobraría en su nueva aventura italiana, muy superiores a las actuales- o para revenderlo. En este último supuesto, según desvelaba ayer 'Tuttomercatoweb', desde la planta noble del Benito Villamarín podrían bloquear la marcha del suramericano adquiriendo la otra mitad de sus derechos por una cantidad pactada hace año y medio y que, dependiendo la fuente consultada, sería algo menor o algo superior a los 7,5 millones referidos.

En otras palabras, el Betis adelantaría una opción que, en realidad, se convertirá en obligación en 2019, forzándole a realizar un desembolso muy importante por Tonny. Con todo, parece que no es ni mucho menos la intención actual de Serra Ferrer y el resto del comité ejecutivo verdiblanco, donde son más partidarios de hacer caja con el '9'.

En realidad, desde todos los frentes se filtra que la vía más conveniente para todos pasa por una salida del artillero a la finalización de la presente campaña, en principio con destino Roma, pero mejor si a renglón seguido toma un avión hacia otro club, ya que fuentes solventes apuntan que, incluso si 'A Maggica' lo recompra, a los heliopolitanos les correspondería un porcentaje (menor del 50%, pero reseñable en cualquier caso) de la plusvalía generada, por lo que el rédito que dejaría la transacción se elevaría más si cabe, posiblemente por encima de los cinco millones netos, rendimiento del profesional aquí y sus consecuencias en el plano deportivo aparte.

Por esa razón, el Betis hace ya semanas que activó la búsqueda de un sustituto de garantías para Tonny Sanabria, avanzando en las gestiones con uno de los delanteros que más gusta (de un perfil similar en lo que a estilo de juego, edad, proyección y caché se refiere), por lo que quedaría ultimar con su equipo los detalles de un traspaso, bien compartiendo los derechos federativos del interesado o bien estableciendo las cantidades para una futura recompra.

Se trataría de una fórmula de éxito probada en la capital hispalense, donde sólo Sergio León tiene plaza segura para la 18/19, ya que Álex Alegría, que no encajaba ya este curso en los planes de Setién, se recupera de una grave lesión de rodilla y a Rubén Castro le faltarán partidos para aplicar su renovación automática una temporada más.
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