No se parece el Eibar al de la pasada temporada, muy a su pesar, lo que ha provocado que las alarmas se enciendan en el equipo armero. Una bofetada de realidad que deja a los azulgranas al borde del descenso y que ha obligado a José Luis Mendilibar, preparador del conjunto vasco, a buscar soluciones. Es necesaria una vuelta de tuerca, sobreponiéndose, además, a lesiones de hombres muy importantes como Pedro León, Iván Ramis o Fran Rico.
Para empezar, como ocurre en muchos clubes, el entrenador intentó devolver la seguridad y la confianza al grupo buscando la portería a cero, si bien los resultados no han acompañado del todo en estas cuatro jornadas con defensa de cinco (dos empates y otras tantas derrotas), de tal manera que los inquilinos de Ipurúa no vencen desde hace más de dos meses. De hecho, únicamente ese 1-0 al Leganés del 15 de septiembre y el 0-1 en Málaga de la entrega inaugural del campeonato figuran en el casillero del Eibar, que sumó esos dos puntos al total para ver un halo de luz que, con todo, siguen sabiendo a muy poco.
Para este lunes, los medios locales apuntan a un nuevo cambio de dibujo, apostando por el 1-4-4-2 más común con Mendilibar en el banquillo. El recuperado Iván Alejo entraría en una banda, dejando a Inui en otra para tratar de ser desequilibrantes y de surtir de balones a los dos puntas, en los que tiene una fe absoluta. En casa, al menos, los armeros repliegan mejor y dejan menos espacios entre líneas, su cruz este ejercicio.