Andrés Guardado se estrenó como goleador con el Betis en el día que más lo intentó. Y eso que en la primera mitad se le veía algo incómodo, recibía presionado siempre por varios rivales y en el perfil derecho, con su pierna menos buena, lo que le obligaba a dar un giro de 360 grados para proteger el balón antes de poder dar el primer pase, con la consecuente ralentización del juego. Eso le llevó a precipitarse a veces y a cometer varios errores con fallidas entregas hacia atrás.
Sin embargo, el partido en el que más le costaba hacer lo que mejor sabe fue también el de su mayor aporte ofensivo. Ya antes del descanso tuvo un mano a mano contra Bono y una llegada en la que se dejó el balón atrás por un mal control y no pudo armar el disparo.
Tanto buscó su primer gol que lo encontró y fue con una obra de arte, acariciando el balón para superar la barrera y poner el momentáneo 1-1 de falta directa. Hacía cuatro años y medio (desde el 12/05/13 en un Rayo 0-4 Valencia) que no marcaba en Primera.
Aitor Torvisco1 min lectura