Como si de la película de
Bill Murray se tratase, el
Betis busca evitar vivir en
Las Palmas su particular 'Día de la Marmota'. Tras la derrota -y consiguiente eliminación- en la
Copa del Rey ante el
Cádiz, el bético se levantó el pasado viernes con la sensación de haber pasado antes por esta pesadilla.
Y, en este caso, el golpe parece haber sido aún peor por el ilusionante arranque del equipo, que les hizo pensar que este año sí podía ser diferente. Sin embargo, con tan sólo 13 jornadas disputadas, el bético parece estar en cualquiera de las jornadas de la temporada pasada, o de la anterior, o de la anterior...
El 'otro año igual' ronda la mente de los aficionados verdiblancos en los últimos días como una cruel amenaza que deja a
Quique Setién en una complicada tesitura a las primeras de cambio, mermando su crédito de manera considerable. El cántabro ha sido incapaz de frenar la sangría goleadora de su equipo, que ha encajado la friolera de quince goles en sus últimas cinco comparecencias, en las que apenas ha sumado dos puntos, amén de su dolorosa eliminación copera.
Extremadamente frágil en defensa, en ataque también ha perdido fluidez y eficacia, por lo que el
Betis ha perdido no solo su fortaleza, también la esencia de la que hablaba Setién en la previa del partido ante el
Cádiz. Con este panorama llega la visita al
Estadio Gran Canaria, un campo con especial significado para el preparador verdiblanco, y ante un rival que acaba de destituir a su segundo entrenador de la temporada,
Pako Ayestarán, por los resultados.
Necesitado y urgido,
Quique sabe que, si bien no es una final, sí que el partido ante
Las Palmas puede suponer un punto de inflexión. Por ello, tirará del núcleo duro, incluido, posiblemente, un
Feddal que podría estar forzando para echar una mano a su entrenador.
El central marroquí se probó antes del partido del pasado jueves y las sensaciones, en palabras de su entrenador, no fueron buenas. "Le cuesta ponerse la bota", dijo entonces. Ahora, apenas tres días después, podría incluso ser de la partida -infiltración mediante-. Junto a él, completarían la línea de cuatro
Barragán, que descansó ante el
Girona,
Mandi como pareja de
Feddal, y
Durmisi.
Javi García ocuparía el pivote, actuando por dentro
Guardado y Ryad Boudebouz. En las bandas aparecerían
Joaquín y
Tello, con
Sergio León como único delantero 'sano' tras la intervención quirúrgica a la que ha sido sometido esta semana
Tonny Sanabria, que podría estar de baja entre seis y ocho semanas. Ante este nuevo contratiempo en forma de lesión,
Setién ha tirado de la cantera y ha citado a
Aitor Ruibal, además del interior
Julio Gracia, que completan una lista de 20 sin Fabián ni Campbell.
Paquito, interinoPor su parte, Las Palmas estrenará entrenador interino,
Paquito Ortiz, un hombre de la casa que tratará de devolver, en el tiempo que
Miguel Ángel Ramírez encuentra su sustituto, el sello que ni
Manolo Márquez ni
Ayestarán han sabido mantener.
Pese a haber entrenado a puerta cerrada las dos sesiones que ha dirigido al equipo, ha trascendido que
Paquito apelará a la fórmula que popularizó Setién, aunque tendrá que lidiar con bajas importantes como la de
Vitolo, que, lesionado, se ha despedido ya de Las Palmas. Tampoco estarán
Halilovic ni
Momo.