Malos tiempos para la lírica. El mejor
Betis de los dos últimos meses apenas logró inquietar al
Atlético de un
Simeone que, como si quisiera responder a las críticas de
Setién, hizo lo mínimo posible para ganar, con 'recochineo', a lo 'amarrategui', pero con una efectividad envidiable. Ya son cuatro triunfos del
Cholo en cuatro enfrentamientos ante
Setién, con diez goles a favor y cero en contra. Inapelable.
Ganar imponiendo sus ideas habría reforzado muchísimo el discurso del santanderino, que ya comienza a contradecirse. Primero, porque mientras en sala de prensa advertía de lo contraprucente que sería forzar a
Javi García, no aplicaba la misma teoría para los renqueantes
Fabián y Feddal. Y, segundo, porque en el vergonzoso partido de vuelta de la eliminatoria copera no veía "el clima oportuno" para darle cancha a los canteranos y sin embargo sí creyó acertado darle contra el
Atlético la alternativa a
Julio Gracia y a Aitor Ruibal en un tramo final en el que acabó con todos sus efectivos de ataque, a la desesperada, en el campo y su antagonista le respondió, impasible, tirando de todos sus futbolistas de corte defensivo.
Fue un encuentro en el que se impuso el mayor oficio de los colchoneros ante un
Betis que ofreció una buena imagen y al que sólo le faltó tener algo de 'punch'. Fue uno de esos días en los que se entendería la derrota, pero no están las cosas para eso. Ya son siete citas seguidas sin ganar y esto pinta muy feo.
Salida fulguranteSalió el
Betis con mucha tensión y con una actitud redentora. Se vio en la intensidad de las protestas en el primer minuto de partido, tras la amarilla a
Boudebouz por un plantillazo a
Gabi, y con el posterior tiro del argelino, flojo y raso a las manos de
Oblak.
Llevó la iniciativa e imprimió un ritmo muy alto, por momentos incluso precipitado y frenético. Ensanchó mucho el campo, con
Joaquín y
Tello pegados a la cal y doblados constantemente por
Barragán y Durmisi. La posesión fue de un 75% contra un 25%. En el choque de estilos entre
Setién y
Simeone se imponía momentáneamente el sello del cántabro... según se mire, porque a pesar de tener el control, su equipo no disponía de ocasiones claras porque la sólida zaga madrileña siempre lo evitaba. La mejor fue un remate en semifallo de
Sergio León que besó un palo tras una falta colgada por
Guardado. Sólo faltaba un gol para hacer valer esa neta superioridad, pues tenía metidas en su campo (y casi en su área) a las 11 camisetas rojiblancas y recuperó esa presión alta que hacia mucho que no veía una grada que aplazó su enfado para jalear a los suyos.
Claro que el
Cholo y su hombres no se ponen nerviosos en esas lides. Todo lo contrario, se sienten comodísimos esperando bien pertrechados a que llegue su momento. Y llegó en el 30', justo en la primera que tuvieron. Versalko aprovechó un espacio libre en la zona de
Durmisi y puso un centro que botó ¡seis veces! en el área local, pasando por delante de Adán y de toda su defensa antes de que
Saúl marcase en el segundo palo.
El gol fue un mazazo anímico para un
Betis muy superior hasta ese momento y que volvió a encajar otro tanto de un centro lateral mal defendido, sin duda la 'kriptonita' de este equipo. Había que reponerse y seguir como hasta ese momento, pero las fuerzas no eran las mismas y la confianza estaba gravemente herida.
Comenzaron a aparecer las imprecisiones y errores en la salida, sobre todo a través de un
Fabián que se sobrepuso a sus molestias en el tendón de
Aquiles y se coló por sorpresa en el once inicial, ocupando el puesto de pivote que dejó libre el lesionado
Javi García.
45 minutos de impotenciaCon 0-1 se llegó al descanso. En la reanudación, el
Betis seguía amasando posesión, pero más horizontal. El
Atlético había corregido cosas en el descanso y esperaba con las líneas igual de juntas, pero ya no tan atrás, más escalonado. Y en estático es muy difícil que alguien les sorprenda.
Los bellos recursos técnicos de
Boudebouz, las subidas de
Barragán por la derecha y el desborde de
Tello seguían siendo los mejores argumentos.
De hecho, el extremo catalán levantaría a los béticos de sus asientos con una potentísima volea que se dirigía a la escuadra cuando se topó con la espectacular estirada y la mano salvadora de
Oblak.
Correa por
Giménez fue el sorprendente cambio de
Simeone, aún más timorato el día que se enfrentaba a su reconocido detractor. Al primer apuro, blindó la banda de Tello con
Vrsaljko-Giménez. Luego entraría también Lucas por
Thomas. Más madera, muro atrás y a correr a la contra. Tan simple, tan horroroso a los ojos de
Setién y de otros muchos puristas, pero tan exasperantemente efectivo. Una ocasión, tres puntos.
Para colmo de males, se lesionó
Guardado, puntilla definitiva a un
Betis tan voluntarioso en los primeros 30 minutos como impotente en los 60 restantes.
- Ficha técnica:
0 - Betis: Adán; Barragán (Julio Gracia, m.75), Mandi, Feddal, Durmisi; Guardado (Camarasa, m.70), Fabián (Aitor Ruibal, m.88); Joaquín, Boudebouz, Tello; y Sergio León.
1 - Atlético de Madrid: Oblak; Vrsaljko, Savic, Godín, Filipe Luis; Carrasco, Thomas (Lucas, m.93), Gabi, Saúl; Correa (Giménez, m.61), Gameiro (Fernando Torres, m.76).
Gol: 0-1, M.30: Saúl Ñíguez.
Árbitro: Alejandro Hernández Hernández (Comité Las Palmas). Amonestó a los locales Boudebouz (m.1), Guardado (m.43), Mandi (m.79) y Sergio León (m.96), y a los visitantes Correa (m.14), Godín (m.51) y Filipe Luis (m.59).
Incidencias: Partido de la decimoquinta jornada de LaLiga Santander, disputado en el Benito Villamarín ante 45.517 espectadores, entre ellos unos 200 atléticos. Césped en perfecto estado.