La estrategia de Serra en el mercado de fichajes

La estrategia de Serra en el mercado de fichajes
Serra y Setién, como confesó el propio técnico durante la rueda de prensa, están obligados a apurar el mercado. - M. H.
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
A veces no se trata más que de una excusa. Una costumbre extendida en el mundo del fútbol. Pero, lógicamente, existen argumentos para explicar por qué, tras un mes entero para fichar (o más en caso del mercado estival), la mayoría de los movimientos se ejecutan el último día de la ventana de transferencias, a menudo bien pegados al ´deadline´, hasta el punto de que no resulta raro que, en ciertos casos, haya que acudir a LaLiga para que confirme si el alta entró o no a tiempo de ser contabilizado.

La estrategia de desgaste, más cercana al proceder de los clubes que al de los futbolista, funciona. Supone un riesgo para los equipos, pues la competencia o la impaciencia de aquéllos puede hacer que determinadas operaciones se tuerzan por la intromisión de otras instituciones, si bien es cierto que, alcanzado el límite temporal, la resistencia de profesionales y agentes se reduce por el miedo a quedarse compuestos y sin 'novia'. En ese contexto, pueden cazarse 'gangas' y oportunidades de mercado que no aparecen en los primeros días, aunque, en muchas ocasiones, el dinero obliga a esperar a que las salidas liberen fichas y fondos para fichar.

Eso también ocurre en el Betis, que activó ya hace semanas todos los recursos extradeportivos en su haber para que la patronal de los clubes le permita engordar su partida para apuntalar su plantilla, si fuera posible, con un efectivo por línea (teniendo en cuenta las audiencias de los partidos retransmitidos, el nuevo patrocinio, adelantos de derechos televisivos, aumento de socios, etcétera). Ahora, además, toca despejar el horizonte de descartes, si es posible no sólo ahorrándose el sueldo de los Tosca, Rafa Navarro, Nahuel y Narváez, sino ingresando algo por el rumano para que haya más en caja. Esta situación obliga a dejar salir antes de que puedan entrar. Encima, el perfil de los futuribles, que deben mejorar lo que hay en el plantel, dificulta la labor de Serra Ferrer y su equipo.

En el mejor de los escenarios, podría recaudarse para afrontar un traspaso de envergadura moderada, pero no tres, por lo que, si el Betis pretende a Layún y Sandro, por ejemplo, únicamente le queda apurar la vía de las cesiones con opción u obligación de compra. En verano, con once millones (más variables) prácticamente seguros de la Fiorentina por Pezzella, amén de otro ejercicio en el que encajar operaciones, todo ajuste sería factible. Y en ésas están.
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