Con la llegada de
Marc Batra y Sandro Ramírez, confirmadas en el penúltimo día de mercado, ha tenido un lugar un nuevo capítulo de la curiosa relación que se está produciendo entre
La Masía y los
dos equipos de la ciudad en las últimas temporadas. Esa cuna de futbolistas de la que tanto presume el
Barça también ha nutrido a
Sevilla y Betis en los últimos años con futbolistas jóvenes que tuvieron que buscar una salida ante la falta de posibilidades que en su día se les dio.
Cuando se dice que un jugador viene de La Masía la carta de presentación sobra, bien lo saben en todo el mundo. Las categorías inferiores del conjunto azulgrana producen cada año a jugadores deseados por varios equipos, y curiosamente, tanto Betis como Sevilla han apostado por ellos en alguna ocasión. Tras el cierre de mercado, ambos lo han vuelto a hacer. En el caso de los verdiblancos con las llegadas de
Bartra y Kaptoum, y en el caso de los de Nervión con la llegada de
Sandro.
Pero no es la primera vez que desde la ciudad se apuesta por jugadores bautizados en el
Camp Nou. En las anteriores temporadas tenemos varios precedentes de jugadores que también desembarcaron en Sevilla tras ser formados en la
Ciudad Condal.
El primero de los casos fue la llegada de
Óscar López, que llegó cedido al Betis en
2005. Este caso puede ser el menos fructífero de todos los siguientes, pues el jugador catalán no llegó a ofrecer una buena imagen en su paso por el Villamarín. Tras su primera temporada, el Betis firmó el pase del jugador, pero terminó siendo cedido al
Nàstic, y posteriormente al
Numancia. Se desvinculó del club en 2010 tras jugar
28 partidos con el Betis.
El siguiente en llegar fue
Fernando Navarro, que llegó al Sevilla en
2008 procedente del
Mallorca, pero fue formado en las categorías inferiores del Barça, ganando incluso una Liga. Navarro fue un claro ejemplo de un jugador procedente de La Masía que triunfó en Sevilla. El lateral estuvo
siete temporadas en Nervión, jugó
282 partidos y ganó tres títulos,
dos Europa League y una Copa del Rey. Se marchó al Dépor en 2015 siendo capitán.
En la temporada 2014-15, el Sevilla firmó a dos jugadores del filial azulgrana de una tacada. Fueron
Deulofeu y Denis Suárez, aunque el segundo solo estuvo una temporada en el
Barça B. La llegada de ambos provocó mucha ilusión en el
Sánchez-Pizjuán, pero sus caminos fueron distintos. Deulofeu llegó con muchas ganas de reivindicarse, pero la poca regularidad que tuvo, la falta de confianza de
Emery y algunas actuaciones más que discretas le impidieron triunfar.
El caso de
Denis fue muy opuesto. El gallego siempre contó con la confianza de
Emery y aunque nunca llegó a ser titular indiscutible, siempre estaba presente en las grandes citas. Rendía cada vez que estaba en el césped. Además, todos los sevillistas recordarán aquel gol que marcó ante el
Zenit en la ida de los cuartos de final de aquella edición de la
Europa League que el Sevilla terminaría ganando al
Dnipro. El centrocampista solo pudo estar una temporada, pues llegó cedido como parte de la operación del traspaso de
Rakitic la Barça.
El Betis fue el siguiente que volvió a apostar por un jugador de La Masía, en esta ocasión
Martín Montoya, que llegó en calidad de cedido en
enero de 2016 por el
Inter, club en el que ya estaba cedido por el Barça. Montoya se ganó el puesto en el once nada más llegar. Sus grandes actuaciones convencieron al Villamarín, incluso jugando varios partidos en el lateral izquierdo, su banda contraria. Su rendimiento fue tal que se llegó a plantear una posible incorporación, pero las diferencias económicas hacían inviable la operación.
El pasado verano el Betis fichó a
Cristian Tello procedente de la
Fiorentina, pero también formado en las categorías inferiores del Barça. El extremo de Sabadell tuvo una inclusión muy grande en el primer equipo de la mano de
Guaridola, que en la temporada
2011-12 hizo de su presencia en el primer equipo algo habitual, incluso disputó un clásico como titular. Ahora, en el Betis, está ofreciendo una gran versión, pero necesita ser
más regular en su juego para poder mostrar su mejor nivel.
El último en llegar al
Sánchez-Pizjuán ha sido
Sandro Ramírez. El delantero canario debutó en el Barça de la mano de
Luis Enrique, que confió en él desde su llegada, pero la dura competencia de la ya extinta
'MSN' le impidió tener más minutos. Salió al
Málaga, donde realizó una temporada extraordinaria marcando
16 goles y siendo vital en la permanencia del conjunto de la Costa del Sol. Ahora llega al Sevilla procedente del
Everton, donde no ha podido brillar por la falta de minutos. Si Sandro consigue adaptarse bien, los sevillistas disfrutarán mucho de un delantero que lleva el gol en la sangre.
Las dos últimos jugadores que han completado el viaje desde La Masía hasta Sevilla han sido
Kaptoum y Bartra. El primero, llegó al Barça por recomendación expresa de
Samuel Eto'o. Luis Enrique confió en él en la temporada
2015-16, sobre todo en los primeros meses. El camerunés destacó especialmente en un partido de la
Champions ante el
Bayer Leverkusen. El centrocampista ha llegado para jugar en el filial bético, pero se espera que tenga presencia en el primer equipo.
En cuanto a
Marc Bartra, que llegó en el penúltimo día del mercado, es uno de los jugadores en los que los béticos han puesto más esperanzas en los últimos años. El central catalán siempre fue un jugador llamado a triunfar desde que debutó con el Barça en
2010. Desde entonces, Bartra ha disputado
más de 100 partidos con la elástica azulgrana y ha gando infinidad de títulos, destacando
dos Champions League.
El problema, fue que nunca llegó a ser titular insicutible, siempre fue utilizado por sus entrenadores como un jugador de rotación, además tuvo que soportar la difícil carga de ser apodado por muchos como
'el nuevo Puyol', toda una leyenda del club que ahora, casualmente, es su representante. La falta de minutos le hizo salir, y después de pasar por
Dortmund, llega al Villamarín para volver a rendir al máximo nivel.
Queda claro por tanto que
Sevilla y Betis han apostado por el talento de
La Masía en las últimas temporadas. Los resultados no siempre fueron buenos, como el caso de
Óscar López o Deulofeu, pero en la mayoría de los casos el rendimiento fue muy satisfactorio. Un resultado que los dos equipos esperan repetir con las recientes llegadas de
Sandro, Bartra y Kaptoum.