Sergio León siempre cumple. Es una realidad. El de Palma del Río, autor del 3-5 el domingo ante el
Real Madrid, consolidaba su condición de 'pichichi' bético en la 17/18, pues el que no pudo atajar
Keylor Navas es su décimo tanto de la temporada, octavo en LaLiga, dejando atrás los siete del aún lesionado
Sanabria, que los acumuló todos en el torneo de la regularidad.
Con todo, resulta meritorio que el '7' heliopolitano no haya perdido su olfato pese a haber perdido la titularidad en detrimento de
Loren, como le ocurriera en la primera vuelta con
Sanabria.
Antes al contrario, pese a cumplir ante el
Real Madrid su tercera jornada consecutiva como suplente,
Sergio volvió a demostrar su grado de activación y compromiso, aumentando su cuenta realizadora. En total, son cinco salidas desde el banquillo en 22 participaciones ligueras. La primera, en
Anoeta, tuvo idéntico resultado reivindicatorio: una diana. Entonces, tardó doce minutos en lograrla desde que ingresó en el campo; contra el vigente campeón europeo, únicamente cuatro.
El canterano bético, contando todos sus aciertos de cara a gol, no necesita ni dos partidos para celebrar (171 minutos, concretamente), mientras que, de entre los recambios más atinados de Primera división, únicamente
Olunga (
Girona) promedia unos registros mejores (un 'chicharro' cada poco más de media hora) que el 1/47,5 del palmeño, que suele preferir, de todas maneras, las segundas partes. Y es que cinco de sus ocho tantos en el campeonato regular (y seis de diez en términos globales) llegaron a partir del minuto 45. En realidad, en el último cuarto de los encuentros, pues los más tempraneros de esta fase (contra el
Levante en casa y en el derbi) acontecieron en el 65, mientras que en
Balaídos 'mojó' en el minuto 71, esperando hasta el 84 y el 85 en su primera y última suplencias (en Anoeta y este domingo contra el
Real Madrid, respectivamente). Frente al
Cádiz en
Copa del Rey, abrió el marcador pronto (6') y lo cerró a los nueve de la reanudación.
"El otro día metió Tonny y fui el primero que cogí el balón, me fui para él para darle un abrazo y le dije 'vamos, que remontamos'. Ni por mi parte ni por la suya hay pique; al contrario. Cuando yo meto, él se alegra, y, cuando mete él, me alegro muchísimo. Lo principal es el equipo y el egoísmo hay que dejarlo a un lado", decía el palmeño sobre su competencia al principio de curso con
Sanabria. Ahora que parece haber perdido el puesto con
Loren, su actitud es igual de irreprochable. Así lo reflejaba el padre del marbellí: "Me quedo con el gesto de
Sergio León, que fue el primero en felicitarlo cuando marcó ante el
Villarreal. Eso es compañerismo".