Faltan exactamente tres meses para que LaLiga 17/18 eche definitivamente el telón, en parte por la inminencia de un
Mundial de Rusia que ha comprimido más si cabe el calendario. Trece semanas cruciales para el
Betis, que afronta la recta final de curso desde una privilegiada posición. Sin agobios relacionados con la permanencia, dado el colchón de cinco partidos que ha conseguido, el conjunto de Setién tiene a tiro de piedra regresar a unas competiciones europeas que no saborea desde la 13/14, aunque, para ello, deberá mejorar sus prestaciones en las catorce jornadas que aún restan.
Al menos, después de un inicio de 2018 bastante duro (con el derbi cainita a domicilio y tres choques en casa contra los potentes
Barcelona,
Real Madrid y
Villarreal, entre otros), el panorama se suaviza para los heliopolitanos, que sólo habrán de medirse en los dos próximos meses con una escuadra europea, el
Valencia. Ya a finales de abril, los repechos volverán a convertirse a priori en picos exigentes, pues, tras comparecer en el
Wanda Metropolitano el penúltimo fin de semana de abril para enfrentarse al
Atlético de Madrid, habrá de albergar en la Avenida de La Palmera dos duelos de rivalidad regional, el primero contra un
Málaga que podría ya estar entonces desahuciado y el último ante el eterno rival. A domicilio,
Athletic y
Leganés abrocharán el mes postrero de competición.
Para comenzar, el
Betis visitará el próximo lunes a un
Levante cuyo entrenador está en la cuerda floja, recibiendo luego a otro igual (por plantilla, calidad, estilo de juego e irregularidad), la
Real Sociedad, en la jornada intersemanal. Seguirá la citada visita a Mestalla, pico de Primera Categoría en el desarrollo de etapas verdiblanco, en principio más exigente a domicilio. Y es que los de
Setién visitarán
Mendizorroza para cruzarse con un
Alavés al alza desde la llegada de Abelardo y harán lo propio con dos escenarios modestos pero últimamente complicados, como el Coliseum
Alfonso Pérez de Getafe y el
Municipal Montilivi de Girona. Por la
Avenida de La Palmera deberán pasar de manera consecutiva, una vez lo haga el próximo jueves 1 de marzo el cuadro ‘txuri-urdin’,
Espanyol,
Eibar y
Las Palmas.
Precedentes En este mismo tramo de la primera vuelta, obviamente con los campos y ciudades cambiados, el
Betis sumó 18 puntos, merced a cinco triunfos, tres empates y seis derrotas. De repetir, quedaría con 51 puntos, un bagaje escaso para las aspiraciones europeas de un conjunto heliopolitano al que le interesa especialmente sumar muchos puntos, más allá de tener en cuenta por el momento ‘goal-averages’ particulares con rivales que no se sabe si aguantarán en la pugna por las siete plazas privilegiadas hasta las postrimerías. Por ejemplo,
Valencia y
Eibar tienen bastante ventaja, mientras que ya se han impuesto
Barça,
Madrid o
Villarreal, obteniendo una buena renta por ahora los de La Palmera con el
Sevilla, tras el 3-5 en el
Sánchez-Pizjuán. Sin embargo, los emparejamientos con
Real Sociedad,
Getafe o
Girona se encuentran más en el aire, dados los empates registrados.
La lógicaHasta la fecha, al
Betis le ha ido mejor contra los oponentes que ahora le preceden en la tabla que frente a los diez que le suceden. En concreto, su balance ante los de arriba es de tres triunfos (Vs.
Real Madrid, Sevilla y Villarreal), dos empates (Vs.
Getafe y Girona) y seis derrotas (Vs
Barcelona -dos-,
Real Madrid, Valencia, Eibar y Atlético de Madrid), mientras que venció siete veces (a
Celta, Leganés, Alavés, Levante, Deportivo -dos veces- y
Málaga), igualando con la
Real Sociedad y cayendo en cuatro ocasiones (Vs.
Athletic, Espanyol, Las Palmas y Celta).
Con este promedio no iría a EuropaCon 33 puntos en 24 jornadas, el
Betis promedia unos escasos 1,375 por partido, que, proyectados en las catorce entregas que restan de campeonato, suponen unas décimas más de 52 puntos si el conjunto verdiblanco mantiene su línea del curso. Con ese hipotético listón, a los de
Quique Setién les daría de sobra para salvarse con holgura, aunque sus aspiraciones europeas se darían de bruces con la realidad. Y es que nunca con Ligas de tres puntos bastaron esas 52 unidades para entrar directamente en competiciones europeas. Fueron las que necesitó el
Sevilla en la 15/16 para entrar como séptimo, aunque el eterno rival aprovechó la vía de ser finalista de la
Copa del Rey, que perdió contra el
Barça.