El
Betis lleva toda la temporada siendo uno de los máximos goleadores de la
Liga (ahora mismo es el cuarto mejor equipo, con 41), pero la lesión de
Tonny Sanabria y la previsión de que iba a ser baja de larga duración causó una gran preocupación en el seno del club y en el cuerpo técnico.
Hasta la apertura del mercado invernal de fichajes,
Sergio León asumió en solitario todo el peso ofensivo. Ya en enero, daba la sensación de que el club no había reforzado la delantera, pues a pesar de lo ilusionante de su regreso, ningún bético había dejado de considerar a
Rubén Castro uno de los suyos y a eso se unía la promoción de Loren Morón, al que nadie veía como titular tres partidos seguidos como así ha sido ante Villarreal, Depor y Real Madrid.
El tiempo ha puesto a cada uno en su sitio y, apenas
15 días después del cierre de la ventana invernal de transferencias, aquello que para algunos sólo era un parche se ha convertido en un letal trío de delanteros que se retroalimentan entre sí y que han sabido hallar los beneficios de la gran competencia que hay a día de hoy en la delantera del Betis.
No en vano, entre
Sergio León, Loren Morón y Rubén Castro han aportado
siete goles en los últimos siete encuentros. Los de Setién han visto puerta en seis de esas siete jornadas. Sólo se quedaron a cero ante el
Barcelona (0-5) y en los otros seis choques marcaron
16 dianas. Tres de ellas fueron de
Sergio León, que ya es el ‘pichichi’ en solitario con
ocho tantos en Liga y
dos en Copa (igualando así los 10 que anotó el curso pasado en Osasuna). Metió un golazo en el
3-5 del derbi y repitió en Vigo ante el
Celta y el pasado domingo ante el
Madrid.
Otros tres goles en sus tres primeros partidos en la máxima categoría nacional lleva
Loren. Firmó un doblete ante el Villarreal y hizo el solitario
0-1 en
Riazor. Por su parte, Rubén dio la victoria contra el
Leganés, de penalti, el día de su regreso. Dos más y será el ‘pichichi’ histórico bético en Primera división.