Aïsa Mandi afronta su tercera temporada en el
Betis con ganas de seguir siendo un efectivo de peso en los esquemas de
Quique Setién. El argelino fue un fijo la pasada campaña tanto con
Feddal como con
Bartra, si bien su primer curso en España no fue todo lo bueno que hubiera deseado. "El primer año fue difícil. La gente ve lo que pasa en el campo pero también hay otras cosas que ocurren fuera y que se van al campo", explicó el central para los medios oficiales del
Betis, dando una explicación a lo ocurrido en la
16-17: "Era la primera vez que salía de casa y que dejaba a mi familia. Fue una temporada de adaptación y también tuvimos tres entrenadores. Pero yo sabía que no iba a estar muy bien desde esa primera temporada, que sería un año de transición. Lo más difícil fue alejarme de la familia. Mi mujer llegó embarazada y también estaba preocupado por eso, pero ya mi niña está grande".
Por eso, parecía el curso pasado que
Mandi iba a acabar saliendo, pero no fue así por suerte para el
Betis... y para él. "No me gusta abandonar, quería demostrar lo que puedo hacer aquí. El idioma también ayuda, puedo hablar con mis compañeros incluso entiendo los chistes del capitán. Tuvimos algunos momentos de duda, hicimos una temporada cojonuda, disfrutamos todos", explicó el ex del
Stade de Reims, hasta el punto de decir: "Es el mejor año de mi carrera, jugaba para entrar en Europa y disfrutamos con el juego".
Así las cosas,
Mandi opta a la capitanía tras las marchas de
Antonio Adán y
Dani Giménez. "En el campo hablo mucho, pero fuera no. Soy más líder dentro que fuera. Cada día voy aprendiendo nuevas palabras. El capitán es Joaquín, pero lo hay que tener es personalidad. Si me eligen, claro que lo aceptaría", señaló el zaguero.