Si hay algo que ha quedado claro en lo que va de mercado es que el
Betis tiene las ideas muy claras. Sabe qué quiere, cómo, cuándo, por qué y para qué lo quiere. Y cuando uno está plenamente convencido de lo que hace, además de ganar un tiempo valiosísimo, resulta mucho más sencillo convencer a otros para que se unan a tu causa.
El gran trabajo de
Serra Ferrer y el elogiado estilo de juego implantado por
Setién han seducido a grandes jugadores como
Bartra, Carvalho, Canales o Inui y estos fichajes, a su vez, generan un 'efecto llamada' en otros como
Jonny Castro (Celta), el último al que el
Betis ha convencido con su claridad de ideas.
El gallego ya sabe, tanto a través de terceras personas como de manera directa, que es el preferido de
Serra y Setién para reforzar el lateral izquierdo verdiblanco (en su caso los dos y hasta ocasionalmente el centro de la zaga). El propio técnico ha reconocido que suele llamar a los elegidos para explicarles qué espera de ellos y los últimos fichajes han admitido que esas llamadas que recibieron de
Heliópolis influyeron de manera clave en sus decisiones.
La buena sintonía con
Jonny -a quien el Atlético llevaba tiempo instando a no renovar- transmite al Betis optimismo y confianza en poder llegar a buen puerto.
La idea es cerrar la defensa (lateral y central) esta semana, pero la complicada relación que el jugador tiene a día de hoy con el
Celta se ha presentado como un hándicap en una operación con muchas aristas.
Desde la entidad que preside
Carlos Mouriño aseguran que no tienen ofertas y desde el entorno del jugador niegan una negociación como tal, pero es un secreto a voces que hay llamadas cruzadas y que las cartas hace mucho que están boca arriba.
Ni Atlético ni Betis llegan a los 10 millones que pide el Celta, que a pesar de su negativa a dar facilidade
s (ya rechazó al Barça años atrás y al propio Atleti este verano) sabe que es evidente su necesidad de negociar y buscar un término medio. Igualmente, los postores asumen que deberán
superar los 7 millones (más 2 en variables) que daban los colchoneros.
El internacional sub 21 está apartado del resto del grupo y se ejercita en Vigo con Sergi Gómez, otro de los castigados por negarse a renovar en su último año de contrato. Y no han estado antes al margen sólo porque se presentaron en A Madroa el primer día de pretemporada en contra la petición del club, que les invitó a posponer su incorporación y a buscar equipo. Sí lo ha hecho así el tercer 'non grato', un Radoja que se entrena por su cuenta en Serbia a la espera de encontrar destino.
El caso está en manos de la AFE, que ha pedido al Celta sus inmediatas reincorporaciones al equipo, recordando que es una
"medida que les discrimina, que es ilegal y que vulnera los derechos de los trabajadores".