Rafinha se ha convertido en la opción número uno para reforzar el centro del campo del
Betis, aunque eso no quiera decir que la operación sea sencilla ni que vaya a llegar con seguridad a buen puerto. Ni siquiera la presencia de
Mazinho ayer en
Sevilla, acompañado de un directivo azulgrana, garantiza la viabilidad de una operación que todas las partes asumen como complicada.
De la reunión de ayer salió una conclusión.
Rafinha será traspasado o se quedará en el
Barcelona, tal y como apunta MD. El
Betis entiende la postura del
Barcelona y estudia la fórmula para llevar la operación adelante, con la posibilidad de una cesión con opción de compra obligatoria como telón de fondo. De esta manera, los verdiblancos se dejarían margen para completar el plantel con los refuerzos en los laterales. Eso sí, el deseo del
Barça es que la obligación figure en el contrato, sobre todo después de que el
Inter no cumpliera con su palabra de hacerse con el hispano-brasileño tras meterse en
Champions.
La suplencia, sin minutos, de Rafinha en el primer partido de LaLiga precipitó los acontecimientos. El centrocampista había brillado en la pretemporada e incluso fue titular en la
Supecopa de España. Valverde lo alabó en sala de prensa y aseguró que cuenta con él, pero verse de nuevo en el banquillo hizo que el azulgrana se lo pensara y estudiara propuestas. La del
Betis le seduce por la idea de
Quique Setién, quien tendría mucho y bueno donde elegir para su medular.
A diez días para el cierre del mercado,
Serra tiene a tiro a la guinda del proyecto, aunque al de Sa Pobla aún le queda mucho trabajo por hacer.