Reflexiones del Sevilla-Deportivo

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Reflexiones del Sevilla-Deportivo
- 06/10/2014
1) Con Banega como mediocentro, vimos por fin la primera apuesta de Emery por tener el control a partir del balón. La versión más física del Sevilla es muy necesaria, pero ante la mayoría de los equipos de la Liga, al menos en casa, se le exigirá ésta, la más protagónica.

2) Éver siempre ha sido un ‘5’, jugando por delante de la defensa para dar salida en corto o en largo. Para ganar su criterio y que maneje el tempo de los partidos, debe ver siempre el fútbol de cara, y en la media punta no puede hacerlo.

3) Por su manera de correr, ofrecerse y tocar, Banega me recuerda cada día más a Renato. Ayer, incluso, llevaba sus mismas muñequeras.

4) M'Bia es un auténtico personaje, que interpreta como nadie el papel de 'killer'. Se le da bastante mejor que bailar.

5) Emery tarda en hacer los cambios aun ganando 4-1: Pareja, tocado, se lo pidió antes del 70' y lo quitó en el 85'; y casi se lesiona Bacca, cuando el partido pedía mucho antes la entrada de Aspas. Se lo había ganado en Rijeka y era su derbi.

6) Nervión aún murmura, confundiendo encarar con 'chupar', cuando Gerard Deulofeu coge el balón y desafía a un contrario. El catalán es un gambeteador, un jugador de un perfil distinto a los que hay en el plantel, indispensable en algunas fases de partido por su capacidad para abrir defensas cerradas, atraer rivales y generar espacios para el resto. Como hizo ayer. Además, nadie tiene un centro tan fuerte y preciso, ni en carrera ni a balón parado. Defendiendo tanto, eso sí, apenas le da para 60 minutos.

7) Hay más diferencias entre el Sevilla y este pésimo Deportivo que entre los nervionenses y el Atlético de Madrid.

8) Otra vez el balón parado fue determinante: no es fácil jugar con diez rivales siempre por detrás del balón, se llamen como se llamen.

9) Hizo tanto calor que las localidades más envidiadas, esta vez, fueron las de Fondo.

10) Gran hermanamiento entre dos aficiones. La pena es que sea una excepción: para ser un deporte tan bonito, genera demasiado odio.
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