Opinión

Un Joaquín distinto, un mejor Joaquín

Carlos PérezCarlos Pérez
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Un Joaquín distinto, un mejor Joaquín
- Carlos Pérez (06/09/2015)
Dice que nunca se fue, que su alma siempre estuvo presente en el Benito Villamarín. Sólo le quedaba volver a unirla con su cuerpo, que ha pasado nueve años fuera, corriendo por la banda derecha de Mestalla, La Rosaleda y el Artemio Franchi, pero también por la izquierda o moviéndose por la zona de la mediapunta, hacia donde le empujó con tino Manuel Pellegrini.

El Joaquín persona que se marchó, cercano, alegre y dicharachero, continúa siendo el mismo; el que ha mutado es el Joaquín futbolista. Ahora es otro. Seguramente, un mejor futbolista.

El paso de los años castiga el físico, pero enriquece la mente. El portuense ha perdido velocidad, claro, y eso le impide ser el extremo verticalísimo y encarador que abandonó Heliópolis. Lo bueno es que ha aprendido a ser un jugador más completo, a partir de un mejor entendimiento del juego. En el barrio de Nervión hay alguien que lo corrobora: a Reyes, en su vuelta, se le daba igualmente por acabado y, lejos de eso, se ha convertido en pieza clave de un Sevilla de Champions y, para más inri, acaba de renovar su contrato. Hay jugadores, en definitiva, que a los 28 años están casi para retirarse y otros que con 33 son mejores que a los 25. Rubén Castro y Krohn-Dehli también valen como ejemplos.

Joaquín ha mejorado muchísimo en la toma de decisiones e, incluso, en la precisión de su pierna derecha. Ya no sólo pone buenos centros desde fuera (el principal destinatario será Van Wolfswinkel, hombre eminentemente de área), también filtra muchos por dentro (Rubén Castro, yendo al espacio, será el gran beneficiado). Estos dos aspectos le han llevado a elevar considerablemente su porcentaje de pases acertados por partido, acercándose al 90% en sus años en la Fiorentina. Para un extremo, normalmente obligado a arriesgar, el dato es muy alto.

No sería extraño, por otra parte, verle cambiado de banda. En diagonal, su regate es más efectivo y su campo de visión, más amplio. Vargas (en el Catania era un espectáculo) podría ocupar todo el carril, si le respetan las dichosas lesiones, y el equipo acumularía bastante gente con talento por dentro.

Hay más: el balón parado. Mel ya contaba con el peruano y Van der Vaart como especialistas. Ahora, con Joaquín, gana a un ejecutor diestro. Es un buen momento para que el técnico verdiblanco abra por fin el laboratorio y trate de explotar la estrategia. En Primera, los goles de esta guisa deberían acercarse al 40%. Para no pasar apuros, sería fundamental.
Joaquín todavía tiene mucho que decir.
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