Opinión

Cuando no hay juego, apenas queda nada

Carlos PérezCarlos Pérez
1 min lectura
Cuando no hay juego, apenas queda nada
- Carlos Pérez (20/12/2015)
Resulta ingenuo pensar que en un derbi hispalense sólo están en juego tres puntos. Perder puede dejarte muy tocado, hacerte dudar sobre tus posibilidades y amargarle la vida a tu afición, por eso ayer los dos entrenadores se fueron satisfechos. "Cuanto más hay en juego, menos se juega", decía el maestro Dante Panzeri. Y no le faltaba razón. El Betis hizo 22 faltas y le mostraron más amarillas (7) que en ningún otro partido esta temporada, mientras que los nervionenses cometieron 19 infracciones y vieron cinco cartulinas de un Clos que salió airoso como pudo. Pitó mucho, por lo que el balón rodó muy poco.

Asistimos anoche a un derbi de los de antaño, disputado sobre un campo de minas, de choque y revolcón, de pillería para restarle al rival y tratar de sumar, a su vez, lo no se podía conseguir con el cuero.

Por fútbol, por su ausencia, fue un empate justo. Gameiro, con todo, se buscó dos para desestabilizarlo, pero Antonio Adán hizo lo de todo el año. Los porteros también juegan, incluso cuando no hay juego.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram