Hay quien defiende que de un amistoso no se pueden extraer conclusiones (son los mismos que aseguran que el fútbol "es muy fácil" o que "está todo inventado", seguramente), cuando un entrenador las saca incluso de cualquier entrenamiento o hasta de un mero control de balón.
Sampaoli es de los segundos, claro. Por eso, dijo que enfrentarse a un equipo de Tercera le sirvió "para valorar un montón de cosas".
Desconozco qué extraería el de
Casilda, pero quizás no sea difícil de adivinar. Primero, que el equipo compite siempre, juegue quien juegue. Salió a morder (fruto de ello llegó el penalti a los 14 segundos) y seguía haciéndolo cada vez que perdía un balón. También, por ejemplo, que el
trabajo en la ciudad deportiva funciona: los movimientos, con y sin balón, están totalmente mecanizados. Ya nadie abre los brazos pidiendo a un hombre libre ni hay tantos pases hacia atrás por miedo a hacerlos hacia adelante.
Sampaoli también concluiría que, el día que lo necesite, sabe que puede contar con la cantera.
Carmona,
Diego y
Lasso demostraron ser maduros y poder aportar, pese a que el primer equipo se ha instalado en la elite europea y el segundo les necesita.
Individualmente, además, cotejaría que
Kolo no es el recambio ideal de
Escudero, que a
Carriço le falta velocidad para jugar tan alto o que
Kiyotake nunca va a dejar de ser nipón. Posee mucha calidad, pero le falta presencia, personalidad... Competir. En cambio,
Kranevitter,
Iborra,
Correa o
Ben Yedder sí piden paso.
Al argentino no se le ve, pero es fundamental que esté. Puro equilibrio en un equipo con vértigo. El talento del valenciano reside en que siempre compite, en estar disponible cuando se le necesita, sin rechistar, y en adaptarse velozmente a cualquier rol (ayer fue interior zurdo). A ningún jugador se le han exigido en el
Sevilla tantas cosas distintas. Con
Correa, el que mejor entendió el juego. El 'Tucu' fue el más destacado y su nivel de confianza, hasta ahora bajo, lo necesitaba. Quizás le sirva para que emane de una vez todo el talento que esconde.
Ben Yedder no hizo un gran partido, es verdad, pero ya digo que se pueden extraer conclusiones de meros detalles. Los suyos estuvieron en no dejar lanzar el penalti a nadie y en no celebrar los goles: necesita jugar mucho más y marcar. No se conforma.
Más allá del resultado, son grandes noticas para
Sampaoli, sin duda.
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