Setién y el banquillo del Betis

Carlos PérezCarlos Pérez
4 min lectura
Setién y el banquillo del Betis
- Carlos Pérez (@carlosperezED)
Con Rafael Salas apretando para quitarles ya la silla, a Haro y Catalán se les ha ocurrido huir hacia delante. Han echado al entrenador, al que hace sólo unas semanas el director deportivo había ratificado hasta 2018, dos jornadas antes de que acabe LaLiga; han filtrado que les gusta Quique Setién, con una propuesta de fútbol atractiva y diametralmente opuesta a la de Víctor; han avanzado que inyectarán sangre verdiblanca en el club (el primero en llegar/volver ha sido Serra Ferrer), para que la afición se identifique con el proyecto; y, finalmente, han dicho que les gustaría que siguiesen Adán y Ceballos, los dos jugadores favoritos de la grada. Suena muy bonito, sí.

Realmente, suplican por otra oportunidad, pero están empezando el partido como si fuesen perdiendo 1-0 en el 85´, yéndose arriba a lo loco, en lugar de prepararlo concienzudamente. Esto no es cuestión de si te gusta más uno u otro entrenador, o uno u otro jugador. Es una cuestión de necesidades, de estudiar bien lo que se tiene y, en consecuencia, lo que hace falta.

A todo aficionado le agrada cómo juega Las Palmas, claro, pero la pregunta es si este Betis, con su actual plantilla, podría hacer ese fútbol. La respuesta, claramente, es no. Ni siquiera con los cuatro o cinco fichajes que tiene pensado hacer la entidad. Setién necesitaría centrales que supiesen sacar el balón jugado y vivir lejos de su área, un pivote con pase en corto y largo, mediapuntas habilidosos y verticales, y un delantero con capacidad para jugar de espaldas y con movilidad para favorecer las llegadas desde la segunda línea.

El Betis no posee nada de eso. Este Betis es más, por ejemplo, para Mauricio Pellegrino, quien tiene al Alavés décimo (dentro del objetivo marcado por Haro) y en la final de la Copa del Rey, con una plantilla muy similar a la verdiblanca, en cuanto a calidad y fisonomía. A Pellegrino podrían valerle los jugadores que hay en Heliópolis (ha jugado muchas veces 5-3-2, con mediocentros fuertes, laterales largos€), con esos cuatro o cinco retoques de calidad, por supuesto, de los que habla el club. Pero claro, Pellegrino no vende.

Tampoco deberían obviar Haro y Catalán otro asunto: tanto Poyet como Víctor se han ido culpando a la inestabilidad del club y la crispación de la grada de sus fracasos y Setién es un técnico que no se calla ni una, y no precisamente de puertas hacia dentro.

Aunque lo parezca, no tengo nada en contra del cántabro. Es más, como a ´ABA´, me gusta mucho cómo juega Las Palmas y me encantaba cómo jugaba su Lugo. Sólo trato de buscar lógica dentro de un club que suele destilar poca.

El Betis no necesita un técnico de renombre ni fútbol vistoso. Y el Betis tampoco necesita béticos ni regresar a un pasado mejor. Lo que necesita el Betis es un buen proyecto ideado por profesionales capacitados, por gente de fútbol que tenga una buena idea, que sepa explotar lo que hay y acertar en las incorporaciones

¿El equipo no gana porque el ambiente está enrarecido o el ambiente está enrarecido porque el equipo no gana? A ver si va a ser lo segundo, y no lo que dicen Poyet y Víctor.



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