El calendario, el peor enemigo de los de Roth

Decimosexto en la clasificación de la Liga ACB disputadas nueve jornadas, el Baloncesto Sevilla, con un balance de dos victorias y siete derrotas, cuenta con un hándicap añadido en su futuro más inmediato: el calendario. Los de Scott Roth, que reciben la visita el próximo domingo del F.C. Barcelona, están obligados a no dejar pasar más oportunidades si no quieren meterse en problemas y hacer caer en saco roto la reacción experimentada pocas fechas atrás.

“El calendario es difícil, pero todo el mundo juega contra todo el mundo y hay que tratar de sacar alguna victoria de estos partidos”, aseguró el escolta navarro Álex Urtasun a ESTADIO Deportivo. Una intención que, si bien ante equipos de este nivel parece más un imposible que un reto asumible, ya cobró visos de realidad en el reciente enfrentamiento ante el Real Madrid, donde los hispalenses cuajaron una digna actuación. De hecho, aguantaron el tirón ante uno de los colosos del baloncesto continental prácticamente durante tres cuartos y medio.

Pero el F.C. Barcelona no será el único problema a corto plazo. Los sevillanos, después de recibir a los azulgranas en San Pablo en la décima jornada del campeonato doméstico, viajarán hasta el Martín Carpena en otro difícil compromiso frente al Unicaja de Málaga de Joan Plaza.
La duodécima jornada propone un teórico balón de oxígeno con el paso por la capital hispalense del MoraBanc Andorra, aunque será efímero, ya que acto seguido toca traslado a Vitoria para hacer frente al Laboral Kutxa.


Sin respiro con la Eurocup

La competición continental tampoco da tregua. “Es lo mejor, porque apenas te da tiempo de estar un poco fastidiado. Es bueno, porque tienes la oportunidad de resarcirte de la derrota, no tienes tiempo de pensar en victorias ni derrotas”, afirmó Urtasun, sabedor de que la Eurocup enfila un tramo decisivo en el que los hispalenses se juegan sus opciones de ‘Last 32’. Mañana mismo llega la Virtus de Roma, y en las dos semanas siguientes, al igual que el devenir en la ACB, los de Roth se juegan el seguir o no viajando por Europa.