La selección española de baloncesto perdió ante la de Italia por
98-105, tras una genial actuación de
Marco Belinelli (7/9 triples y 27 puntos) y de
Danilo Gallinari (29 puntos), que hicieron inútil la gran aportación de
Pau, autor de 34 puntos. El mayor de los Gasol fue el centro de atención del partido en los primeros minutos, en defensa y en ataque. Los transalpinos comenzaron más entonados, y suya fue la primera ventaja (1-6, 2´20"), que el de los Chicago Bulls se encargó de neutralizar a base de tiros libres (5-6, min. 3). Pau (12 puntos) y Ribas, con dos triples, mantuvieron a España en el marcador, mientras que Gallinari (5) y Bargnani (10), en el primer cuarto, fueron los más acertados en una selección italiana que tuvo muy claro
cerrarse en defensa sobre el pívot español y frenar cualquier opción de contra o transición de los españoles.
El 20-19 del final del primer cuarto, favorable a España, habla bien a las claras de la
igualdad reinante en el partido. No cambiaron mucho las tornas en la reanudación. Con la entrada de las segundas unidades a pista, unos y otros funcionaron un poco a rachas. El capitán,
Felipe Reyes, cogió el testigo anotador, muy bien secundado por
Willy Hernangómez, y los dos pudieron mantener la paridad, 28-29 (13´30"). Las defensas perdieron la batalla ante los ataques, y las buenas
acciones individuales eran difíciles de frenar por ambos bandos. El marcador funcionó a impulsos, y dos contras seguidas de Llull devolvieron a España a números azules, 41-38 (min. 17).
Al descanso se llegó con un
45-42, las espadas en todo lo alto y la selección española imponiéndose en ambos cuartos, aunque por una muy exigua diferencia. Tras el paso por vestuarios, Marco Belinelli tomó los mandos del partido y, con once puntos casi seguidos, fue el máximo responsable de un parcial de 2-15 (23´50") que puso el marcador en 47-57. El equipo español atravesó por otra
crisis de puntería y tampoco acertó a meter balones a los pívots en la pintura, mientras la diferencia italiana crecía como la espuma.
Los de Scariolo consiguieron frenar la sangría, pero no a un Belinelli en estado de gracia al que sus compañeros buscaban una y otra vez. Rudy consiguió que la ventaja no se convirtiera en dramática, pero los 17 puntos de Belinelli en este tercer cuarto fueron una losa para España, que no supo cómo atajar este problema y queda en una posición bastante delicada.
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