Resquicios de optimismo

Estadio DeportivoEstadio Deportivo
Seguir
2 min lectura
Resquicios de optimismo
Hoy podría escribir de lo incongruente que es renovar a un entrenador por cuatro años y despedirle solo unos meses después, de lo bien que detecta la directiva los errores de sus subalternos y lo mal que lo hace con los propios, del injustificable vandalismo de unos pocos que creen -erróneamente- representar a la mayoría, o de los que ven el relevo en el banquillo como el apocalipsis, pero de estos temas ya se ha hablado demasiado.


Lo difícil ahora mismo es buscar resquicios de optimismo entre tanta negatividad, pero ´haberlos haylos´. El más importante es que, a pesar de lo rematadamente mal que lo está haciendo el Betis, la salvación está a solo tres puntos, un exigua distancia que pone de manifiesto el pobre nivel de la competición. Y lo que es mejor, hay 23 partidos por delante para revertir la situación. La preocupación es lógica y necesaria; el fatalismo, no.


La plantilla no es tan espectacular como la pinta Stosic, pero tampoco tan horripilante como refleja la clasificación. Hay jugadores en los que se puede confiar. Hablo de los que aceptaron fichar por el Betis en 2010 cuando no había garantías de cobro (Salva Sevilla, Jorge Molina y Rubén Castro); de Amaya, que se ha ganado a pulso el respeto de todos; de Nono, que ha dado un paso al frente cuando los demás retrocedían; de Vadillo, que ha dejado de ser una promesa para empezar a ser una realidad; de Verdú, que tiene la calidad por castigo; de Nosa, que hizo cambiar de opinión a mucha gente; y de algunos más. Con todo esto no quiero decir que el vaso esté medio lleno, sino que aún queda líquido en su interior. El Betis puede salir de abajo e incluso está a tiempo de saborear el caramelo de la Europa League, pero no lo hará sin grandes dosis de autocrítica.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram