El movimiento (aun frustrado) por Payet demuestra que el Sevilla, en general, y Monchi, en particular, se toman muy en serio la oportunidad que se les presenta esta temporada de luchar por objetivo si cabe más importantes. Olvidada la Copa del Rey por su eliminación a manos del Real Madrid, sus opciones en Liga y en Champions continúan vivas, por lo que los nervionenses han decidido apostar con fuerza en un mercado, el invernal, al que suele recurrirse más para tapar 'agujeros' que para dar un salto notorio de calidad.
Con Lenglet (que cubre la marcha de Kolo) se auguraba un acierto, que se confirmó plenamente con la contratación de Jovetic, un perfil que faltaba en la vanguardia y que aterrizó de pie en el Sánchez Pizjuán. Ahora, las salidas de Kiyotake y Sirigu dejan sitio a David Soria y a un emergente carrilero, Montoya.
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