Chaparro decía de Emana que, por su carácter y su estilo de juego, parecía "nacido en la Puerta de la Carne". La grada del Villamarín coincidía con el trianero y se entregó las más de las veces a la calidad, implicación y personalidad de Achille, un ejemplo que viene a colación ahora que Petros amplía y mejora su contrato con el Betis. Otro que se ha metido igualmente en el bolsillo a la afición.
Y no ya porque lo dé todo en el campo (como el valor en los soldados, es algo que se presupone en un deportista), sino por lo mucho intangible que aporta el brasileño, que no miente cuando tilda a Heliópolis como su casa. Viajes con la expedición estando castigado, colaboración en actos solidarios de la entidad, interactuación física y virtual con los hinchas o gestos de orgullo más propios de un canterano completan el dibujo de un jugador honrado que recibe una merecida recompensa.
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