Revoluciones... con los entrenadores

Nos espera otro intenso verano de altas y bajas. En el Betis se atisba una tercera revolución con el dinero que puedan dejar en caja Ceballos (en Madrid se da por hecho que jugará en el Atlético), Adán (la frialdad del club le abre la puerta de salida) y, tal vez, Durmisi (para completar una terna de traspasos millonarios).

En el Sevilla, tres cuartos de lo mismo, aunque el vender para crecer deja paso a un lema más realista: vender (a Vitolo, N’Zonzi o cualquier otro por el que llegue una oferta fuera de mercado) para mantener el exigente nivel Champions.

Los cambios, en todo caso, deberían empezar por los banquillos. Setién, salvo giro inesperado, llegará al Betis; y el Sevilla suspira por Berizzo. Convendría contratar primero a los técnicos para que opinen en la elección de los mimbres con los que hacer su propio cesto, en los fichajes y descartes con los que imponer su propio estilo de juego. Convendría respetar el peso de los entrenadores, porque son ellos los que más influyen en el rendimiento individual y colectivo.