El verano pasado, la dirección deportiva del Sevilla sufrió un revés en plena confección del plantel por la marcha de Emery y un dilatado adiós que provocó un 'impasse' perjudicial. Este año no desea vivir una situación parecida y afronta el cambio del banquillo con la planificación lo más avanzada posible a la espera de la resolución del contrato de Sampaoli. Ahora sólo resta que el abono de la cláusula no se dilate por parte de la AFA, con intenciones de conseguir una rebaja que en ningún caso consideran en Nervión. Sería una falta de respeto y de responsabilidad que los argentinos se enrocaran y frenaran la maquinaria del Sevilla, también pendiente de que no se frustren las conversaciones con Berizzo, que no se tomará un año sabático y le seduce dar el salto a Nervión. La senda está marcada y hay que empezar a recorrerla cuanto antes.
Estadio Deportivo1 min lectura