Temor. Esa es la sensación que transmiten los clubes cada vez que hay un parón internacional. Y la historia les da la razón. Rara es la ocasión que todos sus jugadores salen indemnes de esos diez días lejos de casa. Ya sea por los largos viajes, por jugar dos partidos en muy poco tiempo, por la exigencia que soportan, sobre todo los que son primeros espadas en sus selecciones... siempre cae alguno. Y si no, si juegas en Suramérica, siempre llegas para hacer un solo entrenamiento con el equipo que te paga.
Es lo que toca y lo que tienen que soportar los clubes. Un debate ya muy manido y que, pese al calendario unificado, no ha encontrado solución. Por fortuna, parece que ni Betis ni Sevilla se han visto esta vez afectados y, aunque cansados, podrán contar con todos. El Virus FIFA, esta vez, picó a otros.
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