A la afición sevillista no hace falta incentivarla cuando el rival que tiene enfrente es el Atlético, pero este verano, el equipo rojiblanco se ha ganado a pulso la animadversión de un sevillismo que no perdona todo lo sucedido en torno a Vitolo.
Aunque en la salida del canario fue el jugador el principal culpable, nada podría haberse hecho sin la colaboración del propio Atlético. Eliminarlo de laCopa y dejarlo sin opciones a otro título -ya sólo le quedaría la Europa League- es otro estímulo.
Como también lo es acabar con un rival que le dobla en presupuesto y que es capaz de gastarse cien millones en dos jugadores que sólo van a disputar media temporada, el 70% del dinero que tiene el Sevilla para la presente campaña. Y por si no fuera suficiente siempre queda el aliciente de jugar una nueva final. Por todo ello, hoy hay que pasar.