La exigencia derivada de su ambición por seguir creciendo apenas permite al Sevilla disfrutar de un éxito de la índole de clasificarse para otra final, porque sus aspiraciones le obligan de manera inmediata a centrarse en el objetivo que a la postre alimenta su progresión: entrar en Europa por la vía liguera.
Una meta que se ha complicado por su bache en el campeonato hasta el punto de que este domingo recibe al Girona fuera de los puestos europeos tras el triunfo del Eibar, lo que convierte en otra 'final' la cita de este mediodía en el Sánchez-Pizjuán.
Por ello, el Sevilla debe aparcar ahora la cita copera pero aprovechar el impulso que le ha brindado y el subidón anímico para sentar las bases de la reacción liguera y dejar atrás un bache que le ha alejado de la Champions. Meta que, pese a todo, todavía continúa al alcance.
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