Entre las numerosas decisiones que afronta Joaquín Caparrós en su nuevo cargo como responsable del área deportiva, sobresale, quizás, la trascendencia de acertar con la elección del 'killer' para el proyecto de Machín, vital para que aumenten las garantías de éxito de esta nueva etapa.
El error cometido el verano pasado debe servir de aprendizaje, pues se realizó la mayor inversión de la historia en un futbolista con cualidades contrastadas pero sin números de goleador consumado. La apuesta por Muriel para el ataque lastró en cierto modo al Sevilla, sin puntería suficiente para convertir las numerosas ocasiones creadas y para alcanzar el objetivo marcado.
Con esta lección reciente, la dirección deportiva se enfrenta a la obligación de firmar a un delantero con un pasado realizador por el que garantice una considerable cifra de goles, teniendo en cuenta que hay puntas de primer nivel que sólo se ponen a tiro tras una temporada discreta, caso por ejemplo de Nikola Kalinic, que, a sus 30 años, con la Fiorentina llegó a marcar 20 tantos, su mejor registro al máximo nivel continental.
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