Todavía quedan varios refuerzos, también en ataque, para que el Sevilla que lideran Joaquín Caparrós y Pablo Machín se parezca al que afrontará el curso definitivamente, aunque la pretemporada, aparte de para afianzar los nuevos conceptos y ganar ritmo, sirve para reivindicarse.
En ello están algunos, sobresaliendo el caso de Pejiño. El extremo del Sevilla C, que acabó estrenándose a finales de la 17/18 en el primer filial, está empeñado en convencer al entrenador de que tiene sitio en sus planes.
Así, amistosos aparte, brindó unos veinte minutos notables en la ida ante el Újpest. Ayer, el míster dio al de Barbate el partido completo, respondiendo éste con verticalidad, una asistencia y muchos detalles de calidad.